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Artistas por devoción

Un centenar de alumnos de pintura, cerámica y escultura de Taller 3 exponen sus obras en el Auditorio, demostrando que el arte libre, por pasión y en compañía es garantía de éxito

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Exposición de los alumnos de Taller 3

La sala de exposiciones del auditorio Príncipe Felipe acaba de entrar en ebullición. Los coches suben y bajan por la calle Calvo Sotelo para dejar algo de mercancía o a los protagonistas que convertirán este espacio en un punto de referencia del arte hasta el próximo 19 de junio, gracias a la nueva edición de la exposición de fin de curso de la Escuela Municipal de Artes Plásticas y Escénicas de Oviedo Taller 3. Casi un centenar de alumnos del centro, de las especialidades de pintura, cerámica y escultura, presentan aquí las obras de arte que han desarrollado para la exposición "Itinerarios". Pero su trabajo no se ciñe al cuadro que cuelga hoy de las columnas, a la escultura que se sostiene sobre una peana o la composición de cerámica que cuelga de estructuras improvisadas de madera. Durante todo el año, muchos de ellos desde hace más de una década, los profesores y alumnos que mantienen vivo este proyecto, digno de admiración, desde hace 35 años comparten sabiduría, experiencias, exploran su creatividad, perfeccionan sus técnicas y desarrollan su pasión común: el arte. Y lo hacen todo bajo el mismo lema que impera en la República de Francia: "Libertad, igualdad y fraternidad".

Al entrar hoy en la exposición, que se inauguró el pasado jueves entre la emoción de los artistas y la admiración de los espectadores, uno seguramente ignora o le cuesta imaginar todo el trabajo que han realizado los protagonistas hasta llegar hasta aquí. "En Taller 3 somos todos unos currantes", aseguran varios de ellos durante el montaje. Y para muestra un botón. Aquí abrimos las puertas del backstage de esta aventura. De un microcosmos creado por decenas de cajas de cartón, trozos de plástico de burbujas por todas partes, golpes de martillos, planos, contrastes de color y compañerismo, creatividad e ilusión, mucha ilusión.

Paseando entre las columnas de piedra de la sala de exposiciones del Auditorio, uno descubre la amplitud de interpretaciones artísticas que se pueden hacer del concepto de itinerario. Ana Quirós marca en su lienzo con agujas los caminos que realiza durante "Una vuelta por Castiello"; Mónica Fernández sube al espectador a una bicicleta para recorrer un bosque en blanco y negro; Begoña Mayoral viaja hasta los rascacielos de Nueva York; María Jesús Gamallo camina por la vida de una mujer; y Asunción Jiménez, por los juegos de su infancia. "Siempre buscamos un tema que deje un amplio espectro de interpretación a los alumnos, así conseguimos una exposición variada y completa", explica Beatriz Gutiérrez, profesora de pintura y una de las fundadoras de Taller 3 en el año 1981. Ella solo permite que participen en la exposición alumnos que lleven más de tres años en el taller. "Antes es difícil que controlen la técnica y que hayan sido capaces de encontrar su propio estilo", dice. Porque en esta escuela no se busca una técnica perfecta, según los cánones establecidos. "No somos un taller de pintura al uso. Trabajamos la técnica, claro, pero a partir del desarrollo de la capacidad creadora. Queremos que cada uno desarrolle su línea personal".

Ese es el caso de Isabel Álvarez, alumna de Beatriz desde hace diez años y que expone en esta muestra "La huida". Una obra de técnica mixta en la que construye la figura de una mujer con un texto ilegible obtenido de un papel ampliado. "Refleja esa actitud de viajar, escapar, de la libertad de las vacaciones", explica la artista ovetense. Llegó a este taller porque se sentía atraída por la pintura y lo que hacía su maestra, "y me quedé por el buen ambiente y la libertad que nos dan. Estas cosas tendrían que promocionarse más y recibir más apoyos de las instituciones". A su lado, Fátima Blanco asiente. Es de Ortiguera, pero desde que llegó a Oviedo ella y sus hijos se apuntaron a este taller. "Estuve tres años en cerámica y luego me pasé hace cinco a pintura. Siempre me quise dedicar a esto, pero la vida me llevó por otros caminos. Ahora soy feliz", afirma. Y no solo porque pueda desarrollar su creatividad y hacer cosas que nunca imaginó que podría llegar a hacer. "Este taller es como el Pilates de la pintura. Nadie te presiona, ni te juzga, ni te califica. Nadie te niega la ayuda, ni una sonrisa. Tú llegas un día mal, con la vida complicada que tenemos todos, entras en el taller, y te unes a la fiesta". Y como resultado de ese contexto salen obras alegres como la suya de este año, "La consagración de la primavera". Un collage lleno de colores y pliegues en el que rinde homenaje a esta estación, la danza, la música y a "los vestidos que le hacía a los bolígrafos cuando era niña".

Pero no solo de pintura vive Taller 3, al contrario. La sinergia y la flexibilidad para pasar de una especialidad a otra permite a sus alumnos adquirir una formación artística de lo más completa. Es el caso de Juan Grana, un ovetense que lleva 23 años en la escuela y que ha pasado por las clases de pintura, escultura y ahora de cerámica. "No dejé ninguna, pero la pintura es más fácil de realizar en casa y tener un horno para cocer el barro es más complicado, y en la escuela hay todo lo que necesites. Además, al final, la cerámica también la pintas y puedes crear con ellas esculturas. Todo está unido", comenta. Y eso es lo que ha hecho él este año. Su obra "Libre" ahonda en el concepto de libertad gracias a la fusión del alambre y la cerámica. Conseguir una creación con la unión de estos dos materiales fue el reto que les puso este año su profesora, Marga Pinto, que imparte estas clases en Taller 3 desde hace 26 años. "El nivel es muy bueno. Yo siempre les sugiero el soporte, este año una jaula realizado con alambre, pero todo lo demás lo desarrollan ellos. Y mira, es alucinante lo que han hecho". Ella es una firme defensora de que cualquier persona que sienta interés puede convertirse en un creador. "Todo el mundo es creativo, el profesor solo es el enlace para saber cómo trasladar su idea al medio". Y eso ha conseguido con alumnas como Cristina Campón, María José González Alonso "Barrial" o Cristina Somohano.

Esa misma sensación de bienestar le inunda a Adolfo Manzano, profesor de escultura desde hace 30 años, al ver los trabajos de sus 27 alumnos. "Solo con la palabra itinerario les han surgido ideas completamente distintas, y eso me gusta. Desde el siglo XX, el concepto de escultura se amplió muchísimo y en eso trabajo con ellos. Al ver sus obras no es solo que lo hayan asimilado, es que tienen un nivel increíble". Y es que en Taller 3 tanto profesores como alumnos tienen claro que lo importante es la idea. Y así se consiguen "un nivel que ya les gustaría a muchas galerías privadas y museos tener", afirma Beatriz Gutiérrez.

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