La peña azul Las Regueras celebró el ascenso a Segunda de una forma muy particular. Una buena parte de sus socios hicieron a pie los 13 kilómetros que separan el Carlos Tartiere de Santullano. Era una promesa que habían hecho y la cumplieron. La apuesta será doble cuando el Oviedo suba a Primera División. Cuando eso suceda irán hasta el Tartiere y volverán a Santullano. Ya saben que no tendrán que hacerlo este año, pero están seguros de que no falta mucho.
Hacer una peña en Las Regueras era algo que caía por su propio peso. La mayor parte de la población del concejo es seguidora del Oviedo y desde que están agrupados tienen su sitio de encuentro en La Cabaña de Conce, en la localidad reguerana de Santullano. Allí celebran sus reuniones y tienen expuestas sus bufandas y camisetas.
Al frente de la peña está Jesús Álvarez Areces, alguien que apenas recuerda su vida sin ser socio del Oviedo. Y es que lleva 54 años abonado al club azul, desde que tenía nueve años. "En la primera temporada que yo fui socio, la 62-63, quedamos terceros en la Liga", dice el presidente de la peña de Las Regueras. Un currículum que le convertía en un candidato ideal para presidir esta peña que nació oficialmente en octubre de 2014, aunque empezó a gestarse unos meses antes.
Lo que no se imaginaban cuando empezaron a pensar en fundar esta peña es el seguimiento que iba a tener. El primer año fueron 110 y, aunque bajaron hasta 88 el año pasado, continúa siendo una cifra muy alta. "Sabíamos que iba a bajar un poco porque al principio se apuntó mucha gente que no iba a seguir. Nosotros damos plazo para renovar desde junio hasta el inicio de la temporada", explica Jesús Álvarez.
Esta peña tiene su hogar en La Cabaña de Conce. Allí se reúnen todos los meses y de allí salen ideas como la de la peregrinación al Tartiere. La pasada temporada, cuando el equipo estaba aún en Segunda B, realizaron varios desplazamientos. Esta campaña no han podido hacer ninguno, aunque estuvieron a punto de ir a Lugo, pero el enfado con el club gallego llevó al boicot de todos los peñistas y el viaje quedó suspendido.
La sede es el lugar elegido para ver los partidos. Si bien, uno de los que suele fallar es precisamente el presidente. "Me gusta seguir los partidos con atención y por eso prefiero verlos en casa. Muchos de la peña sí van a la sede, yo voy alguna vez, pero me gusta seguirlos concentrado", se explica. Lo que no falla son las discusiones de fútbol ni la ilusión por ver al conjunto azul en poco tiempo en la máxima categoría. Y caminarán para celebrarlo.
