Transformarse en un espejo, en una estatua, gritar, saltar, jugar y aprender. Todo eso y mucho más es lo que hicieron durante la mañana de ayer algunas de las mujeres más influyentes de la región, empresarias y directivas encerradas en uno de los salones del balneario de Las Caldas. Por una vez se dejaron llevar, y depositaron su confianza en Maxi Rodríguez, actor y maestro de actores -además de escritor y articulista de LA NUEVA ESPAÑA-. Él les reveló algunos de sus secretos para dominar el arte de la comunicación. A media mañana, después de un par de horas de ejercitarse, las discípulas compartieron impresiones y el guía de la reunión dictaminó: "La onda bien, muy bien".

Del buen ambiente reinante no cabía duda ante la escena: ellas sentadas en el suelo, relajadamente y vestidas con ropa cómoda, poco maquillaje, tacones y móviles fuera, adiós por unas horas a los asuntos de trabajo... Él preguntando e intercalando observaciones y bromas. Un diálogo distendido, entre risas.

El taller era una de las actividades organizadas por la Federación de Empresarias y Directivas de Asturias (FEDA) durante su III Encuentro "Camino hacia el éxito", que había comenzado el viernes por la tarde. Este año estuvo dedicado a la comunicación y la expresión. En ediciones anteriores había tratado sobre estrés y relajación.

Belén Fernández López, la presidenta de FEDA -que es además la gerente de la empresa de confección Novatex-, citó entre las muchas aportaciones de la mañana la oportunidad de "hacer grupo". Begoña Fernández-Costales, al frente de una empresa de exportación que opera en África central, se refería a lo mismo hablando de "networking". Lo que ambas querían decir es que, juntas y lejos de las obligaciones diarias, resulta fácil establecer relaciones y complicidades, interesantes tanto en lo personal como en lo laboral.

"No soy amiga de la rigidez de los hombres de corbata", confesaba durante la pausa del café Belén Fernández. Explicó entonces que su estilo de gestión es otro. Y que aún hay un extra de exigencia y autoexigencia en las mujeres que dirigen una empresa o alcanzan un cargo ejecutivo. Begoña Fernández-Costales lo reafirmó: "No lo notas, hasta que un día tomas conciencia de que sigues metida en un mundo muy de hombres". Encuentros como el de ayer son una forma de darse apoyo de mujer a mujer.

La responsabilidad laboral genera tensión, pero en eso las mujeres no son una excepción. Y, en lo que se refiere a la habilidad comunicativa del género humano, Maxi Rodríguez lo tiene claro: "Estamos muy agarrotados. Se cree que comunicar es hablar, pero solo el siete por ciento de la comunicación se produce a través de la palabra, el resto es expresión corporal".

Con sus ejercicios busca "poner en movimiento el cuerpo y la voz, que son nuestro instrumento". Y lo consigue entre muchas risas porque él, sin proponérselo, resulta un tipo de lo más divertido. "Reírnos de nosotros y de nuestras limitaciones", eso es lo que el actor enseña. Y aprender a expresar las emociones y, de paso, a controlarlas. "A veces sale a la luz la actriz que llevan dentro", apostilló.

Paula del Estal, al frente de la consultoría de idiomas English Getaway, disfrutó de lo lindo con la experiencia: "El año pasado no pude venir al encuentro y me dije: éste no falto". Y no se arrepintió. Y tampoco la letrada Begoña Muñiz, que asistió junto a su hija, Begoña Fernández-Costales: "Aquí encuentras una forma distinta de ver la vida, con otros esquemas, y te olvidas de lo que hay fuera", decía. "Rompes con tus rutinas", añadió Alejandra Nuño, que dirige la consultoría de marca Amor Propio.

Ayer, por unas horas se dejaron llevar. Mañana volverán a ser las que mandan.