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Al Final De La Semana

Oviedo divide entre tres

Los desajustes del tripartito se llevan por delante diez millones de euros de los cerca de treinta que tenía previsto invertir la ciudad

Oviedo divide entre tres

Después de casi un año juntos, es hasta un mérito que PSOE, Somos e IU sigan de la mano en Oviedo. Publicaba este periódico hace unos días la larga lista de cortocircuitos entre los tres partidos del gobierno local. Aparecía resumida, con los conflictos agrupados, pero los encontronazos se van a más de 50, uno por cada semana de gobierno. A base de calambrazos de alto voltaje se arriesgan a chamuscar su difícil relación. Nunca fue fácil convivir sin celos en un trío. Sobran ejemplos en la política. A estos de Oviedo les une la "herencia envenenada" del PP; mientras los calatravas, asturcones y villa magdalenas asfixian a la ciudad, más aire toma el tripartito contra Gabino de Lorenzo y Caunedo, sus anticristo favoritos. Los populares, al contrario, interpretan que la herencia es inmejorable. Aseguran que la ciudad quedó preparada económicamente para lo que pudiera venir. Una vez abierto el peor de los escenarios (habrá que pagar más de 30 millones por "Villa Magdalena") unos y otros se pondrán a prueba. El discurso del PP, cuando quede claro el verdadero músculo financiero del Ayuntamiento; y la capacidad de gestión del gobierno del cambio cuando la cartera flojee y toque hacer equilibrismo.

Los últimos días fueron de lecciones económicas en el Ayuntamiento. El resumen es que Oviedo se divide entre tres. Con el año a medio pasar, la ciudad perderá un tercio de las obras y mejoras que iba a hacer. De los casi 30 millones previstos entre unos y otros conceptos, la ciudad se deja por el camino 9,6 (3,7 del ajuste en el presupuesto y 6 que no se gastarán del remanente de tesorería) y renuncia a importantes proyectos. Y comienza el reparto de culpas. Motivos hay tres. Uno, porque en 2015 la ciudad gastó más de la cuenta y ahora toca ajustarse para no estar fuera de la ley; dos, porque el tripartito ha reservado 10 millones del presupuesto para pagar una parte de "Villa Magdalena" después del fallo del Supremo; y tres, porque tanto ha tardado el Ayuntamiento en tener el presupuesto aprobado que algunos de los trabajos previstos con el dinero que había en caja no podrán hacerse, pues la ley obliga a que sean inversiones iniciadas y acabados en el año natural.

Somos "olvida" el retraso

En su exposición de motivos para explicar el tijeretazo a las obras (en el global, los 28,6 previstos se quedan en 19) a la primera teniente de Alcalde, Ana Taboada, se le olvida la razón número tres que, si puede, ni menciona. El tripartito puede (y debe) pedir cuentas por lo que se ha encontrado, pero también las debe ofrecer acerca de su capacidad. No quedan lejos las escenas de celos mientras se preparaban las cuentas de la ciudad, cuando el concejal de Economía, Rubén Rosón, entregaba documentos mutilados o directamente no facilitaba información a los socios, ni a los técnicos, ni siquiera al Alcalde, que alguna vez tuvo que seguir los avances "de oído". Esos retrasos se han llevado por delante algunas obras: la conexión del barrio de Olivares con la antigua carretera a Galicia; las mejoras en el aparcamiento que tanto piden las familias del colegio de Trubia; la techumbre de las pistas polideportivas de varios colegios; el lavado de cara que necesita el Palacio de los Deportes; o una de las fases del cambio a iluminación led en la ciudad son unos pocos ejemplos.

Orgullo de la primera medida

Cuando los tres partidos que ahora gobiernan Oviedo todavía estaban aterrizando, tan reciente su pacto que no les había dado tiempo ni a pelearse, Ana Taboada se tomó como algo personal abrir los colegios en verano para ofrecer servicio a las familias. Abrirlos a su manera porque, en realidad abrían unos cuantos. Se formó un buen lío en las primeras semanas del nuevo gobierno porque no era sencillo articular la fórmula. Pero lo logró, aunque sólo para julio (como ya sucedía). Siente tanto orgullo de aquello que todavía menciona entre los logros del tripartito las cuatro semanas que los colegios de Oviedo abrieron durante las vacaciones escolares.

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