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Oviedo intensifica la vigilancia sobre las canteras del concejo

El municipio emprende las inspecciones por las explotaciones de Tudela Agüeria y el Naranco a instancias de los vecinos

El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), ha acompañado a los técnicos del servicio municipal de Medio Ambiente en las inspecciones realizadas este año a las canteras de Tudela Agüeria y el Naranco. Fernández del Páramo afirma sentir una "especial preocupación" por el impacto de ese tipo de explotaciones sobre los entornos y sus habitantes, y anuncia que habrá más inspecciones. Hasta ahora, el Ayuntamiento no ha dado con incumplimientos de la normativa, aunque ha detectado varias deficiencias y aspectos mejorables.

El tránsito de vehículos, la colocación de paneles acústicos, de pantallas vegetales y el desarrollo de planes de rehabilitación urbanística cuando cesa la actividad extractiva son algunas de las cuestiones que están bajo la lupa municipal. "Nuestras competencias son escasas y es eso lo que podemos controlar", señala Fernández del Páramo, que cifra en once las canteras activas actualmente en el concejo de Oviedo. Siempre se han realizado inspecciones, cada cierto tiempo, pero ahora la Concejalía de Urbanismo quiere intensificar la vigilancia.

Las dos inspecciones municipales realizadas en lo que va de año han sido consecuencia directa de las denuncias de los vecinos. La primera, el pasado mes de febrero, fue la de la cantera que la empresa Hermanos Coto tiene en Tudela Agüeria. Los técnicos de Medio Ambiente recomendaron, tras visitar las instalaciones, reparar las cintas transportadoras de mineral con desperfectos, echar gravilla en los viales del interior de la explotación más transitados, mantener húmedos los caminos de las zonas en las que se trata el material y, con ese fin, instalar más aspersores de agua.

La semana pasada, el concejal de Medio Ambiente y los técnicos de ese departamento municipal se reunieron con los representantes de la Asociación de Vecinos San Vicente de Villaperi, que habían manifestado su "malestar diario" por la actividad en la cantera que Arcelor Mittal tiene en el Naranco. Se quejaban de "las emisiones de polvo, ruido y el tránsito de los camiones".

Aspersores y cintas

Los servicios municipales realizaron una inspección el 1 de junio y, como en Tudela Agüeria, "no se observó ningún incumplimiento". A pesar de todo, hacen algunas recomendaciones: ampliar la zona de alcance de los aspersores para evitar que el polvo se extienda, tenerlos en funcionamiento permanentemente y sustituir las cintas transportadoras deterioradas. La propiedad ya ha comenzado a hacer esto último, a iniciativa propia, según consta en el informe municipal.

Además, los responsables de la inspección hacen hincapié en que todos los camiones que salen del recinto de la cantera deben pasar por el lavado de ruedas, recomiendan el uso del ferrocarril para el transporte de mineral, la eliminación del polvo que se acumula en el exterior de la cantera y la adopción de medidas para la reducción del ruido.

Fernández del Páramo admite que "las canteras son actividades molestas y que hacen un gran daño al entorno, pero son una actividad productiva", y destaca que la crisis del ladrillo ha hecho mella en ellas, imponiendo recortes que han repercutido en las inversiones para minimizar su impacto sobre el medio ambiente.

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