El Ayuntamiento de Oviedo está aplicando al pie de la letra la ordenanza de convivencia ciudadana, que contempla multas de hasta 1.500 euros por efectuar necesidades fisiológicas en la calle. En base a esta norma, la Policía Local denunció a dos jóvenes este fin de semana por miccionar en las calles del Oviedo Antiguo. Uno de los chicos sancionados estaba aliviando su vejiga en la plaza de Trascorrales y el otro en el entorno de la calle Mon.

La acción se realizó en el marco del plan desarrollado por el área de Seguridad Ciudadana para mejorar la seguridad en el Antiguo y garantizar el descanso de los vecinos. Orinar, defecar o escupir en los espacios públicos puede acarrear multas de entre 10 y 300 euros, que pueden llegar a 1.500 euros cuando sean realizadas en espacios de concurrida afluencia de personas o frecuentados por menores.

Fuentes del área de Seguridad Ciudadana explicaron que la labor de control realizada por la Policía Local el pasado fin de semana "fue intensa". Además de las multas por miccionar en la calle, el dispositivo también logró abortar varios "botellones" en los que participaban jóvenes, en un fin de semana sensible por la cercanía del final del curso y los exámenes. El viernes y el sábado los agentes pararon dos botellones en la plaza de La Noceda (en el entorno de la calle Gascona) y en La Regla. "Al ver a los agentes se fueron corriendo e incluso dejaron abandonada toda la bebida", indicaron fuentes consultadas en el área de Seguridad Ciudadana.

Además de estas dos plazas, el dispositivo realizó controles en el Campillín, en la calle Jesús, la plaza de Trascorrales, Ramón y Cajal y la plaza de Porlier.

Los controles no solo afectaron a las personas, sino también a la normativa de los locales de ocio nocturno. Así, los agentes de la Policía Local de Oviedo propusieron sancionar a tres bares (dos de ellos en el Antiguo y un tercero en Ciudad Naranco) por incumplir con los horarios de cierre y la normativa de ruido. Según ha trascendido, las intervenciones se realizaron después de que varios vecinos se pusieran en contacto con la centralita del 092 para denunciar la situación. En concreto, uno de los locales (sin licencia de discoteca) estaba abierto pasadas las seis de la mañana, con la música a todo volumen y superando los umbrales de ruido. "Toda la ciudadanía está obligada a mantener un comportamiento cívico y a preservar los espacios públicos como lugares de convivencia en los que todos puedan comportarse libremente dentro del respeto a la dignidad y a los derechos de los demás", aseguraron desde el área de Seguridad Ciudadana.