Una persona va al médico y recibe un mal diagnóstico. Le detectan una enfermedad grave que puede superar si sigue al pie de la letra el tratamiento. El paciente lo hace y además decide ir a la iglesia a rezar y acudir a una bruja. Si fallece, la conclusión será que ni la ciencia, ni la fe, ni lo sobrenatural le pudieron salvar. Pero si sobrevive, habrá discusiones sobre cómo lo logró. Así comenzó ayer su conferencia en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, Diego Barceló Larrán, economista y fundador de Fasel (entidad para el análisis de las economías latinoamericanas), que ve un paralelismo entre esta situación y el estado financiero español.

Barceló participó en la tercera charla organizada por el Club de los Viernes, una entidad que defiende la democracia, las libertades civiles y el capitalismo, y que estuvo representada en la mesa por Javier Jové Sandoval, uno de sus miembros.

Para el economista, es necesario remontarse a 2003 para entender el inicio de la crisis española, "cuando no había síntomas de burbuja financiera, y, entre otros ejemplos económicos, el déficit exterior (la diferencia entre la exportación y la importación de mercancías y servicios) estaba casi estabilizado en torno al 3 por ciento del PIB. A su juicio, la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero cambió y torció la economía del país. "Nadie en la historia de España cobró tantos impuestos como él", afirmó con rotundidad, para a continuación añadir que la caída de la bolsa americana por la quiebra de Lehman Brothers no fue la causante de la crisis española. "Decir eso es una falacia, tan sólo la agravó".

Barceló cree que España ha mejorado en los años posteriores, pero aún no se ha recuperado y compara su estado con el de un paciente: "La economía española se fue del hospital, pero sin alta". Por eso, insiste en que el nuevo gobierno salido tras las elecciones generales del 26J debe continuar con el tratamiento curativo. Además, se aventura a decir que hay un 25 por ciento de posibilidades de que Podemos sea el núcleo del nuevo gobierno, existe otro 40 por ciento de que sea el PSOE con Ciudadanos y otras fuerzas, como colación Canaria, mientras que el 35 por ciento restante de posibilidades señala al PP gobernando en solitario.