La Fundación de Abogados contra la Corrupción está a punto de ver la luz con el objetivo de ofrecer a sus clientes servicios profesionales de control, prevención y lucha contra los abusos y sobornos en la Administración de Justicia, el Ministerio Fiscal o las fuerzas de seguridad. El letrado Javier Fernández Torres, director técnico de la fundación, explicó con detalle el origen y el futuro del proyecto y contó con la colaboración de los también abogados, José Miguel Jiménez Parrilla y Adriano Álvarez Callejo.

"La corrupción se basa en el interés económico y en el miedo", subrayó el ponente que además agradeció el apoyo de una larga lista de personas que ayudaron a la elaboración de los estatutos o la puesta en marcha de la fundación, en especial a su mujer, sus hijos y sus padres "porque sin ellos, sin su comprensión, la fundación no hubiera sido posible".

Fernández Torres destacó que la fundación tendrá un total compromiso con la independencia y el libre ejercicio de la abogacía, y que "los donantes y patrocinadores que contribuyan económicamente a su mantenimiento no tendrán capacidad para presionar o influenciar al patronato o a los abogados y psicólogos que asesoren a los clientes". Así, se evitarán "situaciones de corrupción y se protegerán los legítimos derechos de las víctimas".

La constitución oficial de la Fundación de Abogados contra la Corrupción se hará hoy en Madrid porque su ámbito inicial de acción es nacional pese a que la sede social está en la capital asturiana.