Estar de fiesta no implica olvidarse de los más necesitados. Quedó patente ayer en La Florida, donde se recogió casi una tonelada de comida no perecedera para el Banco de Alimentos durante la entrega del bollo y la botella de vino del último día de los festejos del barrio. "A cada persona que venga con un kilo de comida le damos un bollo. Hemos repartido quinientos, pero mucha gente viene con más de un paquete", explica Jacobo Campa, el presidente de la Asociación Vecinal y Festivo Cultural de La Florida.

A eso de las siete y media de la tarde la cola solidaria rebosaba la carpa en la que se llevó a cabo el reparto. "Yo he traído un kilo de garbanzos y otro de lentejas. Me parece una buena iniciativa y todos los años colaboro", asegura Covadonga Calleja, una vecina de la zona. También aportó su granito de arena la pequeña Lara Ripoll, que cambió un paquete de macarrones y otro de arroz por el bollo de chorizo. "Todavía es pequeña, pero está bien que empiece a aprender que hay gente que pasa hambre y que tiene que ayudar a esas familias en todo lo que pueda", afirma su padre, Jesús Ripoll.

Las donaciones de las personas que estuvieron ayer en las fiestas de La Florida llegarán pronto a su destino. No en vano, una furgoneta del Banco de Alimentos estaba esperando a la vera de la carpa a que terminase el reparto para llevarse la comida. "La verdad es que con una tonelada de comida van a comer muchas familias. Ahora lo que haremos es llevárnoslo todo, clasificarlo y entregárselo a entidades que lo necesitan para que lo distribuyan entre aquellos que lo están pasando mal", explicaba Jesús Garriga, uno de los patronos del Banco de Alimentos, elevando la voz para hacerse entender entre el sonido de las gaitas del Grupo Ciudad de Oviedo, que amenizaron el reparto.

Después de la iniciativa solidaria continuó la fiesta. Muchos de los participantes se quedaron en la carpa a comer el bollo y a disfrutar con la orquesta "Cuarta Calle". A continuación, para cerrar las fiestas, los más trasnochadores tenián previsto bailar a ritmo de la música de un DJ. "Estamos muy contentos. Durante todo el fin de semana hizo muy buen tiempo y eso provocó que viniese muchísima gente. Ha merecido la pena el trabajo", asegura Campa.