El protocolo impulsado por el Principado para regular las "intervenciones artísticas" en los entornos protegidos de las ciudades, como el casco antiguo de Oviedo, generó ayer malestar en la esquina mayoritaria del tripartito local (Somos, PSOE e IU). El concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), calculó que con la nueva normativa, que obliga a los ayuntamientos a remitir un amplio informe al Principado antes de impulsar cualquier actividad cultural en esas zonas, se "burocratizará" todo y se caerán la mitad de los actos artísticos que suelen desarrollarse actualmente en la ciudad. "Hay muchos proyectos que ya van con el tiempo justo y, si ahora hay que mandarlo todo al Principado y esperar a que te autoricen, se dejarán de hacer. Renunciarán a ellos por las trabas. No entendemos esto. Creemos que es un planteamiento irrealizable", aseguró Fernández del Páramo.

El protocolo, de cuatro páginas, firmado por la jefa de sección de Conservación y Restauración de la consejería de Cultura y fechado el 6 de mayo, permite al Principado vetar cualquier tipo de acontecimiento artístico desarrollado en bienes, edificios y zonas protegidas. En el texto, avanzado ayer por este diario, no se concreta qué clase de "intervenciones artísticas" están sometidas a este control y sólo se limita a indicar que especialmente lo estarán las "expresiones plásticas con proyección pública en espacios urbanos". Esta "indefinición" causó preocupación en el Ayuntamiento, así que ayer, el viceconsejero de Cultura del Principado, Vicente Domínguez, aclaró que se trata de un protocolo que regulará los "grafitis" o "arquitecturas efímeras" en entornos o espacios protegidos. Domínguez rechazó así el temor del gobierno local de que las nuevas exigencias pudieran afectar a actos culturales como pasacalles, teatro en la calle, música en directo o actividades de la Noche Blanca o San Mateo. "Existe una ley del Principado de espectáculos públicos y actividades recreativas que no es competencia de esta consejería. Estaríamos invadiendo una ley", añadió. Domínguez dijo también que el protocolo, acordado por el Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias, fue solicitado por algunos ayuntamientos e insinuó que no es obligatorio porque " es un protocolo y no es una norma, y la norma obliga".

En Somos, sin embargo, mantienen su escepticismo con el texto. "Hay que facilitar las actividades artísticas y no a la inversa. Los espacios protegidos son idóneos para estas actividades. No hay que restringirlas sino que hay que potenciarlas. La política debería ser la contraria", añadió Del Páramo, que fue gráfico: "Entiendo que si alguien va a hacer una intervención física en los elementos patrimoniales se intervenga. Si alguien va a picar la Catedral, por ejemplo, pues es normal. Pero poner trabas para poder hacer cualquier tipo de actividad en la plaza de la Catedral... Medio Oviedo está protegido. Así no saldrán ni la mitad de los proyectos", abundó Fernández del Páramo.

Las reticencias del edil de la formación morada vienen avaladas por un informe del servicio de Patrimonio del Ayuntamiento, firmado el pasado 7 de junio, en el que se denuncia que el reglamento llega impuesto por el Principado "sin justificación alguna" y que en él se prescinde de las prescripciones que, "para cualquier tipo de intervención, establece la normativa reguladora del Patrimonio Cultural". En ese mismo informe, al que ha accedido este periódico, se hace constar que "no se define en el texto lo que merece la consideración de 'intervención artística' pudiendo no resultar claros en ocasiones los límites entre estas actuaciones y otro tipo de intervenciones". Además, los técnicos municipales añaden que el protocolo "no establece diferencia alguna en función de las distintas categorías de bienes integrantes del Patrimonio Cultural ni en función del alcance de su intervención" porque, añade, "no debería darse el mismo tratamiento a una pequeña intervención que a una de gran envergadura".

Los socios de Somos en el gobierno, PSOE e IU, destensaron ayer el discurso y quitaron hierro al asunto. El concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, Rivi (IU), calificó el texto de "recomendación" y añadió que ahí "no veo reflejado a Oviedo". "Esta ciudad es respetuosa con su patrimonio histórico y con el reglamento que lo desarrolla. Se hizo Bien de Interés Cultural (BIC) el paseo de los Álamos y nunca más se volvió a hacer allí ninguna actividad, a pesar de la presión del lobby de la hostelería", agregó.

La portavoz socialista en el Ayuntamiento, Ana Rivas, también edil de Infraestructuras y Servicios Básicos, aseguró que el texto del Principado "no prohíbe nada sino que protege y regula" y que "regular no es lo mismo que prohibir" y calificó de "exagerada" la postura de Somos.