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COSME VALLINA | Presidente de la Asociación de la Tercera Edad de San Claudio

"Con la crisis que se vive, los mayores somos los impulsores de las familias"

"San Claudio ha crecido mucho, pero no como otros núcleos rurales del concejo; pienso que estamos muy abandonados"

Cosme Vallina, en la plaza de la Gesta de Oviedo. FERNANDO RODRÍGUEZ

Cosme Vallina Menéndez (Las Mazas, San Claudio, 1935) lleva 17 años al frente de la Asociación de la Tercera Edad de San Claudio y toda su vida en la localidad. Fue taxista durante quince años, regentó una tienda de comestibles y fue corresponsal de un banco, profesiones que le han hecho un perfecto conocedor de su pueblo y de sus gentes. "Soy sancloyano de toda la vida", repite orgulloso a la mínima oportunidad. Hoy recibirá un emotivo homenaje durante una comida en el restaurante Lupa de Cudillero a la que asistirán alrededor de 250 personas.

-Esta pregunta no va a estropearle la sorpresa, usted ya sabe que hoy va a recibir un homenaje, ¿cómo se siente uno al recibir el cariño de su pueblo?

-Pues la verdad es que estoy muy agradecido. No es que a mí me guste mucho convertirme en protagonista, pero cuando la iniciativa sale de la gente que quieres y que te apoya es un auténtico honor y hay que estar muy contento. Yo creo que se lo debo todo a los compañeros de la junta directiva, que han decidido organizarlo y se han movido para hacerlo posible. Yo siempre he trabajado sin buscar nada a cambio, por amor al arte como suele decirse.

-¿Le lleva mucho de su tiempo la presidencia de la asociación?

-Bastante. En este tipo de asociaciones no queda más remedio que trabajar duro para que salgan bien las cosas.

-¿Qué tipo de actividades se organizan desde el colectivo de la Tercera Edad de San Claudio?

-Sobre todo excursiones. Hacemos por lo menos una al mes, pero de vez en cuando organizamos viajes largos en los que nos vamos todos juntos. Por ejemplo, hicimos uno a Roma que duró once días y que nos salió de maravilla. Pero no sólo hacemos eso, también tenemos actos culturales ligados a la música, al teatro, tenemos cursos de formación... Organizamos todo lo que podemos y está en nuestra mano.

-¿Cree usted que los políticos tienen en cuenta a las personas mayores o no tanto como se merecen?

-Considero que podrían atendernos un poco más. Hoy en día, con la crisis que se vive, los mayores somos los verdaderos impulsores de las familias porque atendemos a los hijos y a los nietos. Eso en general, pero también hay que tener en cuenta que asociaciones como las nuestras están dando de comer a muchos hoteles, restaurantes, empresas de transporte... Con la crisis que existe en este país nosotros somos de los pocos que podemos contar con una economía mínimamente estable, no muy boyante, pero estable.

-O sea que ustedes se han convertido en el sustento económico de toda la familia, ¿no es así?

-Pues en muchísimos casos sí. Conozco a personas que estaban en residencias de ancianos y que han tenido que volver a casas de sus hijos en paro porque con su sueldo pueden subsistir todos.

-¿Teme usted por el futuro de las pensiones?

-No quiero ni pensarlo. Espero que las pensiones no se toquen porque entonces sería el derrumbe de la nación.

-¿Qué le diría usted a los que apuestan por retrasar aún más la edad de jubilación?

-Pues que para todo tiene que haber un límite. Un paisano de 70 años no va a rendir igual que un chaval de 30. Yo soy de los que piensan que hay que dar paso a la juventud.

-¿Qué opina usted del copago de los medicamentos?

-Creo que algo tenemos que pagar, pero sin que nos sangren. En caso contrario, pienso que la Seguridad Social tal y como la conocemos podría irse a pique.

-Es usted de San Claudio de toda la vida, ¿cómo ha cambiado la localidad con el paso del tiempo?

-Creció mucho, pero no como lo hicieron otros núcleos rurales del municipio. Pienso que estamos más abandonados. Teníamos un montón de empresas y se fueron todas de viaje. Sólo la Fábrica de Loza tenían entre 500 y 600 obreros, en cada casa había tres o cuatro personas trabajando. Después había otras fuentes de empleo, pero todo se ha acabado. El cierre de la Fábrica de Loza fue el principio de la debacle para San Claudio, fue un impacto muy grande.

-¿Qué necesita San Claudio para mejorar?

-Hacen falta muchísimas cosas, por ejemplo el aparcamiento que nos han prometido setenta veces. También necesitamos un pediatra, zonas infantiles, que se mejoren los caminos... Muchísimas cosas.

-¿Cree usted que los jóvenes serán capaces de tomar el relevo?

-Los jóvenes vienen muy preparados, pero no se implican demasiado en las cosas.

-¿Tiene usted preparado el discurso para hoy?

-Tengo cuatro "chuletines", pero tampoco quiero ponerme muy pesado.

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