Hablar de Isidro en el mundo de la cuatreada era hasta ahora hablar de uno de los mejores jugadores de la historia de la cuatreada. Isidro Álvarez, más conocido como "El Coloso de Carabanzo" marcó una época entre los años 70 y 90 con un palmarés inigualable. Sin embargo, con el coloso ya en el ocaso de su carrera por motivos de edad, el nombre de Isidro vuelve a retomar con fuerza gracias a un joven ovetense de 18 años que en este 2016 se está convirtiendo en la revelación de la temporada con algunos triunfos de gran prestigio.

Nacido en Avilés, aunque de ascendencia gallega por parte de madre y madrileña por parte de padre, Isidro Valverde se trasladó a vivir a la capital del Principado con tan sólo 3 años, aunque no fue hasta los doce cuando probó la cuatreada por primera vez. "Fui al centro social de Pumarín pensando que iba a la bolera americana y me encontré con esto", relata esta promesa que encontró en el entusiasta José García "Pepín de Los Valles su primer maestro. "Me invitó a tirar unas bolas y a la mínima me enganché", recuerda.

A partir de entonces inició una progresión que parece no tener techo. En el año 2011 cosechó sus primeros triunfos en la categoría infantil. "El primer torneo oficial que disputé fue el Memorial Cajetilla de Siero y curiosamente quedé campeón", explica sobre unos inicios que, como demuestran los hechos, no fueron tan difíciles como en la mayoría de los casos.

Los triunfos en las categorías inferiores se sucedieron y poco a poco fue asomando la cabeza en las fases finales de los torneos senior. No obstante a la hora de destacar metas alcanzadas hay algunas que considera clave en su desarrollo como jugador. "Conseguir el ascenso a Primera Categoría es una de las cosas más importantes, sin duda", sostiene por el hecho de estar en una división que reúne a los 32 mejores roscadores asturianos del momento.

De todos modos, su verdadera confirmación le llegó en los últimos tiempos. El pasado mes de abril Valverde consiguió derrotar por primera vez a Sergio Hevia, campeón de Asturias en las dos últimas temporadas, por 8 a 6 en una excelente partida del Memorial Mier de Turón para confirmar el pase de su peña, Tino El Panadero, a la siguiente ronda.

Un triunfo de empaque, pero quizás no tanto como el logrado la pasada semana en el prestigioso Torneo Villa de Gijón ante todo un excampeón del mundo y nueve veces campeón de España como el naveto Javier Pruneda. En un duelo épico disputado en la bolera de La Camocha, Valverde se ganó el pase por un emocionantísimo marcador de 14 a 13. Un resultado que tiene más mérito al conocer el desarrollo de la partida, pues el ovetense llegó a dominar por 11 a 5. Luego se encontró con la mejor versión de Pruneda y este logró igualar a 11, pero en el tramo final el joven sacó fuerzas de dónde ya no parecía haberlas para obtener el pasaporte una semifinal en la que tendrá como rival el próximo jueves a las 18,30 horas a Eugenio Fernández, jugador de la Turonesa y excompañero de Isidro en Tino El Panadero.

Sin embargo, Valverde no destaca sólo por su calidad deportiva, sino también por sus valores humanos y fidelidad a los suyos. "Tuve la oportunidad de marcharme a otra peña con mi mentor Pepín de Los Valles, pero preferí quedar en Tino El Panaderu porque Raquel (campeona de Asturias femenina) es una de mis mejores amigas y aquí hay mucha gente que merece la pena", señala esta figura que cada día entrena hasta dos horas para seguir creciendo.