Una empleada "infiel" se aprovechó del ingreso hospitalario de la mujer enferma a la que cuidaba para robarle su colección de joyas, valorada en 50.000 euros. Sucedió hace unas semanas en una vivienda del centro de Oviedo, y la Policía Nacional ha conseguido detener a la ladrona, una mujer de 57 años con iniciales C. A. C. Z. Aunque los investigadores han logrado recuperar alguna de las joyas, otra parte ya habían sido vendidas en los mercados de segunda mano.

Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía en un comunicado, la persona detenida comenzó a trabajar hace unos meses al servicio de la víctima del robo, una ovetense de mediana edad que padece una enfermedad. Su cometido era procurarle los cuidados que necesitase, pero la empleada escondía otras intenciones.

Fueron los hijos de la víctima quienes se percataron del robo al acceder a la caja fuerte en la que su madre guarda las joyas y darse cuenta de que la habían desvalijado. Así que decidieron denunciar los hechos ante la Policía Nacional.

Las primeras investigaciones se centraron en el entorno de la víctima, y los agentes asignados al caso interrogaron a todas las personas que trabajaban, por turnos, en la vivienda donde estaban las joyas: cuidadoras, empleadas del hogar y un asistente personal.

De este modo, dieron con la sospechosa del robo, la única persona que había tenido oportunidad de estar sola en el domicilio en varias ocasiones y que, además, tenía conocimiento del lugar en el que se encontraba la caja fuerte. La Policía Nacional procedió hace unos días a la detención de la sospechosa, y en un registro en su vivienda consiguieron recuperar parte del botín sustraído, mientras que confesó que ya había vendido el resto de las joyas.

Más casos

La de esta semana es la tercera detención por unos hechos similares en los dos últimos meses en Oviedo. La Policía Nacional detuvo el pasado día 1 de junio a una mujer como presunta autora de un hurto de joyas en la vivienda del centro en la que trabajaba como empleada del hogar. La investigación, en un inicio, se orientó hacia la hipótesis del método "bumping" (cuando los ladrones utilizan una llave falsa) porque la puerta estaba perfectamente cerrada con llave. Pero no tenía nada que ver. A finales de mayo, la Policía también atrapó a una mujer por cometer varios hurtos en la casa en la que trabajaba.