El Curso Intensivo MIR de Oviedo se puso ayer en marcha con un total de 1.100 alumnos presenciales, una cifra muy similar a las que eran habituales en los años anteriores a la crisis económica. De ellos, en torno a 1.000 son licenciados en Medicina provenientes de fuera de Asturias. Una estimación aproximada permite deducir que estos últimos, sobre un promedio de gasto de unos 800-900 euros por persona y mes, dejarán en la ciudad en torno a seis millones de euros a lo largo de los aproximadamente siete meses que permanecerán en ella. Esta cifra supone una fuerte inyección económica para los sectores relacionados con el alojamiento, la manutención o el ocio de estos médicos noveles.

El total de alumnos matriculados en el curso rebasa los 1.500. Los no presenciales lo realizan a distancia o siguen las sesiones por videoconferencia desde las salas habilitadas al efecto en Madrid, Barcelona, Sevilla y Pamplona. El examen para el que se preparan, de ámbito nacional y que da acceso a una plaza para formarse como especialista en un hospital del país, aún no ha sido convocado, pero lo habitual en los últimos años es que se celebre a finales de enero o principios de febrero. Las sesiones del curso concluyen el día antes.

La cifra de inscritos es "muy satisfactoria", subraya Jaime Baladrón, director de la Academia MIR. En los años más intensos de la crisis, el volumen de alumnos presenciales llegó a caer hasta el entorno de los 800, e incluso hizo posible agruparlos a todos en un solo turno de clases (lo habitual, antes y después, son dos turnos). El repunte de matriculados es patente, y no da la impresión de que sea efímero. Sin ir más lejos, la cifra de inscripciones para el curso que viene, cuando falta un año para su comienzo, es muy elevada. "Lo tenemos ya casi todo lleno, habrá más gente que en esta edición", pronostica el doctor Baladrón. El director de la Academia atribuye este incremento "al trabajo de todo el personal del curso, de los profesores y de los alumnos de años anteriores, que han trabajado muy bien y, además, hablan bien del curso a las generaciones sucesivas". Por otra parte, "hemos procurado no estancarnos, innovar, reinventarnos", señala Jaime Baladrón, quien puntualiza: "También es verdad que está aumentando el número de licenciados que salen de las facultades de medicina de toda España".

De los 1.500 médicos inscritos en el Curso MIR iniciado ayer, el 76 por ciento son españoles y el 24 por ciento, extranjeros. El nivel de exigencia es cada vez mayor. Más de la mitad (el 52 por ciento) de los alumnos comenzaron ya a preparar el examen el pasado mes de septiembre, cuando iniciaron el sexto curso de la carrera. En la práctica, buena parte de los licenciados en medicina actuales dedican dos años a la prueba, añadiendo lo que la Academia ovetense denomina el curso "MIR plus", paralelo al último año de carrera. Es creciente el volumen de los alumnos que optan por este refuerzo. "Entre los inscritos para el curso intensivo del año que viene casi todos empezarán en septiembre el MIR plus", precisa el doctor Baladrón.

El objetivo último del Curso MIR es que el mayor porcentaje posible de sus alumnos pueda elegir la especialidad a la que aspira. En el examen del pasado mes de febrero, el 84 por ciento de los matriculados (españoles y extranjeros) pudieron escoger plaza. El 62 por ciento de los españoles accedieron a su especialidad preferida, lo mismo que el 41 por ciento de los extranjeros extracomunitarios, que están sometidos a fuertes restricciones derivadas del límite de plazas que les impone la normativa vigente.

Ayer, antes del inicio de las clases, el Curso MIR entregó sus premios correspondientes al año pasado. Los alumnos de la Academia galardonados fueron el número 1 de la prueba a nivel nacional, Carlos Bravo Pérez, que ha elegido la especialidad de hematología en Murcia; el alumno con expediente de notable que mejor puesto obtuvo, Pablo Rabadán Márquez, número 13, que hace urología en Málaga; el opositor que, con un aprobado en la carrera, quedó mejor clasificado, el 294, José Antonio García Fernández, que se forma en ginecología en el Hospital de Cabueñes (Gijón); y el alumno no comunitario (sujeto por lo tanto al cupo limitado) con mejor puesto, el 60, Lya Moneva Léniz, que hace dermatología en Valencia.