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Podemos ataca a IU, aliado electoral, por "subirse" los sueldos en el Ayuntamiento

El partido morado distribuye "por error" un folleto en el que equipara a su socio con PP y C'S, y obliga a Rubén Rosón a mediar para frenar su difusión

Podemos ataca a IU, aliado electoral, por "subirse" los sueldos en el Ayuntamiento

Como ahora son dos en uno y no se pueden atizar, la historia se llevó con discreción electoral.

Esta vez el problema fue un folleto. Resulta que Podemos difundió uno en el que afea a IU, su socio y aliado, que se subiera los sueldos en el Ayuntamiento. La formación morada, que tiene en el edil Rubén Rosón a su secretario general en la ciudad, equipara en él a la coalición con PP y C's para presumir de la bajada de salarios que, sostienen, llevaron a cabo los ediles de Somos, marca blanca del partido de Pablo Iglesias en Oviedo.

El ataque, en sí, no es nuevo. Que a los podemistas les molestó la decisión de IU de no apoyar una bajada de sueldos al principio del mandato está antes en la hemeroteca que en el folleto. Hay titulares cruzados de uno contra el otro por ese asunto a cascoporro. Lo que es nuevo o, mejor escrito, sorprendente, es que el "desliz" surja ahora, en mitad de la paz entre aliados, de esa paz que impone buenas caras y dientes prietos donde antes había bufidos y portazos.

Y así, con una sonrisa y el tono más suave del mundo, la coalición le dijo a Rosón que por favor, que no era de recibo ese folleto, que si podía hacer algo se lo agradecería. Y así, con otra sonrisa y el tono más condescendiente del Rosón más condescendiente, el edil le contestó a la coalición que claro, que sólo faltaría, que lo sentía por el error y que llamaría inmediatamente a su gente en Podemos Asturias para que paralizaran la distribución.

Y eso se dice que hizo Rosón: contactar con la nueva sede podemista, sita en un codiciado local a unos metros del Ayuntamiento, y decir que hicieran el favor, que a los amigos (electorales) no se les hacen cosas así. Ni por "error".

Somos, no obstante, matiza que es un folleto de Podemos y que ellos son una "agrupación de electores", que el folleto "es de la anterior campaña electoral" y que "se difundió por error". El partido de Taboada, que tilda de "inmejorable" la relación con IU, quiere hilar muy fino en este asunto, tratar de mantener la armonía interna, sabedores como son de que hay concejales que no quieren saber nada de Podemos.

La escena, a la que IU y Somos quitan importancia y dejan en mera anécdota, trascendió por los pasillos municipales para regocijo de la oposición, que constata día a día que la relación entre los dos socios más a la izquierda del tripartito es mucho menos inflamable, al menos hoy, aquí y ahora, cuando las urnas van antes que los ciudadanos.

En realidad, ningún partido se libra estos días de ver votos donde hay personas y rédito electoral donde hay problemas vecinales. La campaña y la proximidad del verano han ralentizado hasta el aburrimiento extremo la actividad municipal. Hay más trabajo de fontanería política que grandes propuestas y decisiones, por mucho que la vida siga y el gobierno municipal no vaya a cambiar.

Lo prioritario ahora para los concejales del Ayuntamiento que no han aprovechado esta campaña para irse de vacaciones es el acto electoral, apurar informes para que a sus líderes nacionales no les pille de sorpresa ningún tema en el mitin de turno y dejarlo todo niquelado para que queden contentos en Madrid o en Barcelona.

El trasiego por los pasillos consistoriales es mucho menor, la mayoría de las comisiones (300 euros a cada edil no liberado) duran poco más de 20 minutos y los partidos, además de decorar las paredes municipales con sus carteles, están pendientes unos de otros para ver cómo atacarse mejor.

La agresividad en el tono se ha disparado. Hay concejales que ponen voz a textos que no quieren porque toca. Entre "varios", "palmeros" y "desfibriladores para tontos", el mensaje se ha convertido en un puñal permanente de ida y vuelta, mientras los vecinos esperan las soluciones concretas que no llegan. El PP ha decidido defender con uñas y dientes los ataques (también con uñas y dientes) de la oposición a su líder, Agustín Iglesias Caunedo, a quien ya le están apuntando las ausencias en su despacho municipal, seguramente para volver a dispararle.

La campaña electoral ha desnaturalizado, pues, el día a día en un Ayuntamiento repleto de eslóganes y papeletas. Como la otra vez, pero con la salvedad del buen rollo entre Somos e IU, que ahora lo aguantan todo. Aunque sea un folleto "por error".

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