Las cerraduras "anti cacos" existen y pueden evitar más de un disgusto a los ovetenses este verano. La Policía Nacional aconseja a los ciudadanos instalar este tipo de cerrojos tanto en el portal como en el propio domicilio para dar en las narices a las bandas organizadas del centro de Europa, capaces de abrir una puerta en menos de 30 segundos. En realidad, la técnica recibe el nombre inglés de "bumping", que es algo así como "golpeteo" y que consiste precisamente en eso, aunque con variantes. Los interesados o las personas que han sido víctimas de un robo en su casa sólo deben pedir una cerradura "anti bumping" al fabricante.
El ladrón consigue entrar en los domicilios sin forzar la puerta ni dejar marcas y puede hacerlos de dos maneras en caso de que el propietario tenga una cerradura estándar. En primer lugar, puede introducir una llave sin muescas y golpearla suavemente con un objeto (un martillo o un destornilador es lo habitual) hasta que los cilindros del engranaje se desplacen y hagan de forma automática el giro de la llave. La segunda fórmula también consiste en introducir en la cerradura una llave maestra sin marcas recubierta de papel de aluminio. Luego, el caco le da pequeños golpes hasta que las marcas de los pistones del engranaje quedan marcados. Así, podrá hacer una copia de la llave que abrirá la puerta a la perfección.
La Policía Nacional detuvo a varios ladrones en mayo que desvalijaron viviendas con el método "bumping", pero no han registrado casos similares en Oviedo en los últimos meses. Aún así, los agentes recomiendan la instalación de cerraduras "anti cacos" como parte de la campaña de prevención y seguridad estival.
La Policía Nacional, la Local y la Guardia Civil explican estos días durante sus charlas en los centros sociales que el número de robos en domicilios ha aumentado ligeramente en Oviedo, en especial, a los mayores de 65 años que viven solos.
Las mujeres mayores son las víctimas principales por ladrones de guante blanco que las engañan de diversas maneras. Suelen decirles que van a comprobar los daños de una fuga de agua reciente que ha sufrido el vecino de arriba. Así consiguen entrar en los domicilios y ganarse la confianza de los inquilinos, a los que roban en ese momento y sin que se den cuenta, joyas o dinero en efectivo que encuentran en los cajones. También son habituales los falsos revisores de la luz o el gas que engatusan con palabrería a sus víctimas hasta conseguir su objetivo. La Policía Nacional, la Policía Local y la Guardia Civil ofrecerán más charlas divulgativas a lo largo de la próxima semana en los centros sociales del municipio
La primera conferencia tuvo lugar el miércoles pasado en el centro social de Otero, con la presencia de una veintena de personas entre 60 y 70 años que resolvieron sus dudas con los agentes y tomaron buena nota.
