El reglamento de uso y funcionamiento de los centros sociales que ultima el tripartito local, y que permite que los empleados de los centros controlen en tiempo real las páginas web que visitan los usuarios, ha abierto una nueva discrepancia entre los socios (Somos, PSOE e IU). Podemistas y comunistas, aliados electorales, se desmarcaron ayer de la redacción del documento, aseguraron que la norma no está consensuada y advirtieron al PSOE de que no apoyarán que los empleados puedan vigilar los contenidos de los ordenadores.

El texto, elaborado por la concejalía de Atención a las Personas dirigida por Marisa Ponga (PSOE) y adelantado ayer por LA NUEVA ESPAÑA, contempla distintas medidas relacionadas con el funcionamiento de los centros sociales. Entre ellas, en el artículo 18, relativo al uso de los ordenadores, se hace constar lo siguiente: "El personal del centro velará por el adecuado manejo de los equipamientos informáticos y supervisará periódicamente el uso que se haga de los mismos". Y añade: "Este personal cuenta con la posibilidad de visionar los contenidos a los que se esté accediendo en cada ordenador para la comprobación del cumplimiento de estas normas".

Esta parte ha molestado a Somos e IU, que insisten en que el texto está por aprobar y que, por tanto, "no va a quedar así", tal y como lo ha planteado el PSOE. Ninguno de los dos quiso ayer levantar la voz. Los podemistas admitieron que hay partes "que no compartimos" y que, por tanto, "se debe estudiar el documento con interés". Además, quisieron dejar claro que ellos no participaron en la redacción de este borrador. La coalición mantuvo la misma actitud conciliadora. Su portavoz, Cristina Pontón, señaló que "es una propuesta que hay que mejorar" porque "no la compartimos" pero "en absoluto estamos alarmados" porque "la cambiaremos". "Los usuarios pueden estar tranquilos porque el reglamento tendrá que ser consensuado", añadió. Requerida por este diario, la socialista Marisa Ponga, rechazó hacer declaraciones.

La norma, finalizada por Servicios Sociales hace tiempo y presentada incluso a los vecinos hace más de un mes, ha abierto otro frente en el tripartito. Somos e IU quieren cambiarla porque, sostienen, "no puede ser unilateral".