Javier Cremades es desde hace un año rector del Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad, que se alza en pleno Pirineo aragonés y es lugar de referencia del Opus Dei. A lo largo de este año ha ido visitando a los delegados de la organización de toda España y ayer recaló en Oviedo, donde dio una conferencia sobre la devoción mariana.
-¿Primera estancia en Asturias como rector de Torreciudad?
-Sí, así es. Al santuario de Torreciudad peregrina mucha gente desde Asturias y este es un encuentro con gente de la Obra y personas y familias que han viajado allí.
-¿Cuál es la historia del santuario?
-La imagen de la Virgen es de álamo y del siglo XI, de la época de la Reconquista. Cuando no había caminos, la gente de la zona iba de rodillas y descalza a pedir la gracia de la Virgen y reconfortar su corazón. El fundador del Opus enfermó de pequeño, estaba deshauciado y su madre lo ofreció a la Virgen de Torreciudad, le dijo que si lo salvaba era para ella. Y fíjese el pollo que montó. Es un santuario de ladrillo pero de una enorme grandiosidad, en pleno Pirineo. En cuarenta años lo han visitado más de diez millones de personas, de más de doscientos países.
-¿Cómo llegó al rectorado de Torreciudad?
-Por designación. Antes estaba en Madrid. Yo conocí al fundador del Opus, soy médico, ejercí cuatro años y fue él quien me llamó al sacerdocio, él era compañero de estudios de mi padre en Zaragoza. Estuve en Galicia, luego en Madrid treinta y tantos años y allí fui capellán de la Universidad Complutense. Cuando vino el Papa me toco organizar la Jornada de la Juventud, y Benedicto disfruto como nunca.
-Usted es testigo directo de la historia de la Obra.
-He visto esto cuando era muy pequeño. En Asturias había muchos mineros de la Obra.
-¿Que opina el Opus del actual Papa?
-Francisco I nos está dando una sacudida a todos los cristianos para que volvamos al Evangelio y nos dediquemos a amar a Dios y a los pobres. Es una vuelta de tuerca. Es un gran campeón, al que seguimos sin fisuras.
-La Obra tiene fama de elitista.
-Pensar eso es propio de quien no conoce la organización. Un caballero de Madrid decía que el Opus era solo para taxistas porque conocía a varios que lo eran. La mayoría de los miembros de la organización es de extracción humilde y la crisis les ha afectado. En Asturias, la mayor parte es gente de posición media baja. Pero la gente solo conoce a los miembros famosos y se queda con eso.
-¿Dice que la crisis a afectado al Opus?
-No como organización, pero sí a muchos de sus miembros, porque cada uno vive de su trabajo y cuando las cosas vienen mal dadas vienen para todos.
-¿El Opus sirve de red de apoyo?
-De apoyo espiritual nada más.
-¿Cómo ve la situación política desde Torreciudad?
-Hemos rezado mucho porque nos da mucha pena. Dos personas pueden ser ideológicamente opuestas pero es una pena que no puedan ser amigos y ir por la calle juntos. Es muy bueno que cada uno piense de su manera y cada uno diferente.
