Aquellas sidrerías que permitan a sus clientes cantar mientras se toman unos culetes podrían estar expuestas a una sanción municipal, y aún más si les da por sacar una guitarra. "Según el criterio que se está siguiendo en Oviedo tampoco se podría cantar en las sidrerías, en ningún punto de la Ley de Espectáculos Públicos se recoge que se pueda hacer en este tipo de establecimientos", señala el director general de Justicia e Interior, Rafael Abril Manso. "Pasa lo mismo que con los conciertos de música en directo en los bares, la ley no dice que se pueda, pero tampoco lo impide", matiza el representante del Principado.
La asociación de Músicos y Músicas d' Uviéu insiste en la necesidad de abrir un diálogo con el Ayuntamiento y con los vecinos. "Nosotros somos los primeros interesados en cumplir las normas y en que nadie salga perjudicado porque se trata de nuestro trabajo y queremos ejercerlo sin trabas. Los músicos tienen que tener cabeza cuando tocan en este tipo de locales y respetar los límites de ruido que están establecidos. Se puede hacer un concierto perfectamente sin superar los 90 decibelios", subraya Jorge Otero.
