Ni los músicos, ni los vecinos, ni los políticos con representación en el Ayuntamiento. Serán los técnicos municipales y los del Principado los que determinen si pueden celebrarse conciertos de música en directo en los bares de Oviedo. El tripartito integrado por Somos, IU y PSOE tiene previsto solicitar una reunión en la que los técnicos de ambas administraciones "analicen la aplicación del reglamento que desarrolla la ley de Espectáculos Públicos para despejar cualquier duda que pueda haber sobre su interpretación". Es decir, que se clarifique de una vez por todas si la legislación permite la música en vivo en los locales insonorizados en los que ya se "pincha" música grabada hasta un límite de 90 decibelios -como defiende el Principado sobre su propia ley- o si por el contrario sólo pueden organizarse conciertos en discotecas habilitadas para ruidos de hasta 100 decibelios, como vienen interpretando hasta ahora algunos técnicos municipales. El objetivo que busca el tripartito con este encuentro es que se pueda llegar a un acuerdo "para potenciar la música en vivo" en la ciudad sin pillarse los dedos con la ley.

Los músicos denunciaron ayer, a través de las páginas de LA NUEVA ESPAÑA, que se sienten "un colectivo marginado y perseguido" en Oviedo. No admiten que "algunos técnicos" municipales "sigan poniendo trabas a los conciertos" cuando el Principado ya ha manifestado que la legislación no impide "en ninguno de sus artículos" la celebración de este tipo de eventos en locales que estén convenientemente insonorizados. Exigieron un pronunciamiento político, un apoyo municipal a su causa "igual que se toma partida por otras", y no tardaron en conseguirlo. "El Ayuntamiento defiende esta expresión cultural y niega que haya un veto para la celebración de conciertos en la ciudad", señala el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, recogiendo el guante. "Si se trata de algún problema de interpretación, esperamos que la reunión técnica que hemos solicitado aclare cualquier duda, ya que este gobierno considera que la música en vivo es una manifestación cultural que enriquece a la ciudad, siempre respetando el descanso de los vecinos", añade el edil.

Según pudo saber este diario, representantes políticos de algunos de los grupos que integran el tripartito ya se han mostrado a favor de los conciertos en los bares y así se lo han comunicado a los músicos directamente durante las conversaciones que han mantenido a raíz de las informaciones publicadas por este diario. Pero no quieren anticiparse al diagnóstico de los técnicos y aseguran que hacerlo iría contra la norma que impera en los Ayuntamientos. "Está claro que los informes técnicos hay que tenerlos en cuenta, pero no queremos que los políticos se escuden en ellos para no hacer política", explica Jorge Otero, el portavoz de la asociación de Músicos y Músicas d' Uviéu.

El colectivo mantuvo ayer por la tarde una reunión en la que se pusieron sobre la mesa algunos avances en materia de diálogo con el Ayuntamiento. "Por el momento el próximo lunes ya vamos a tener una reunión con el concejal de Urbanismo y Licencias y con los técnicos municipales", adelanta Otero. A la reunión de ayer asistió David Acera, de Somos, que puso el único toque amargo de un encuentro en el que los músicos celebraron que existen "voluntades políticas" para que en los bares de Oviedo se celebren conciertos. "Nos dijo que ellos están totalmente a favor de los conciertos, pero que los técnicos han encontrado obstáculos en otra norma del Principado que nada tiene que ver con la que se discutía hasta ahora", señala Jorge Otero. Según los músicos, esa norma regula los requisitos técnicos para obras de insonorización de los locales o para la apertura de nuevos bares. "Parece que se van buscando excusas nuevas para no avanzar. Esa norma de la que se habla no tiene nada que ver, depende del área Medio Ambiente y no de Justicia, es una interpretación muy forzada", asegura Otero.

Lo único que quieren los músicos "es que Oviedo vuelva a tener conciertos" y que se avance a un modelo de ciudad "como Viena o Dublín". "No se habla sólo de conciertos de rock. Hoy en día no podría ni tocar un cuarteto de cuerda en una cafetería como en esas ciudades", dice Otero.