La Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores en su Inmaculada Concepción presentó ayer una reliquia de San Juan Pablo II. Un tesoro de la máxima categoría -considerada de primer grado- al tratarse de un trozo de tela con la sangre del Santo, procedente de la sotana que vestía el día del atentado que sufrió siendo Papa en la plaza de San Pedro del Vaticano, el 13 de mayo de 1981.

Así lo explicó ayer, en la sacristía de la iglesia de San Isidoro el Real, su párroco y rector de la archicofradía, José Luis Alonso Tuñón, junto al hermano mayor, Joaquín Iglesias Suárez, y otros hermanos cofrades.

El cardenal de Cracovia, monseñor Estanislao Dziwinsz, que fue secretario personal del Papa, envió a la archicofradía un documento que acredita la autenticidad de esta reliquia. Meses antes el párroco y el hermano mayor le habían solicitado la reliquia. ¿La razón? San Juan Pablo II es patrono de la archicofradía desde el 24 de mayo del año 2014.

Un cofrade y también orfebre está diseñando un relicario, que tendrá la forma de la Cruz de los Ángeles, en cuyo sello central se insertará la reliquia del santo.

"Para nuestra parroquia, además del valor espiritual de la reliquia, es también un acto de fe y contribuirá además al objetivo religioso de la archicofradía", señaló su rector.

El relicario será expuesto a los fieles para su veneración probablemente junto a la imagen del santo que hay en la iglesia parroquial de San Isidoro el Real.

La misa de acción de gracias se celebrará previsiblemente el próximo mes de septiembre, y estará presidida por el arzobispo Jesús Sanz Montes.