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El cierre del Festival de Jazz de Bueño

La gran despedida con Pedro Ruy-Blas

El músico clausuró ayer el certamen riberano, por el que también desfilaron grupos polacos y asturianos y al que se sumó el apartado de la sesión vermú jazz

Pedro Ruy-Blas, anoche, durante su intervención en Bueño. MIKI LÓPEZ

Pedro Ruy-Blas es un maestro de la música española. Su larga carrera ha dejado huella en un sector muy importante: el mundo jazz; también en los musicales, importantes y celebrados musicales, y en el pop, donde logró éxitos absolutos. Pero, sobre todo, está entre esos artistas que se deben catalogar de músicos y cantantes (lo de crooner, como dijo a este periódico, no es término que le guste), pioneros del jazz, ya que lo suyo arrancó en los setenta, cuando España estaba aún sin pintar o pintada a medias. Eso hizo que arriesgara cuando era toda una figura del pop con "A los que hirió el amor". Como contó a LA NUEVA ESPAÑA, para llevar a cabo proyectos como el de "Dolores" incluso puso su contrato de grabación a disposición de la compañía. Y ahí se dio un paso en eso que se llama fusión, un paso de gigante para la música española.

Todos esos rasgos de experiencia quedaron nítidos desde su aparición ayer en el escenario del XVI Festival de Bueño, donde puso voz a canciones maravillosas que han enlazado generaciones. Piezas muy reconocibles y bien tratadas tanto desde la parte instrumental como desde la vocal. Eran las señales en el arranque de su actuación en la medianoche, pero esas sensaciones primarias eran muy buenas, como para imaginar que lo que quedaba de noche por delante seguiría en la misma onda, esa onda del artista que sabe manejarse en un escenario.

Pedro Ruy-Blas clausuró un Festival de Bueño que este año amplió las sesiones con las de vermú jazz protagonizadas por los DJ Mark GV Taylor y Herminio Alfonso. Un festival que tiene fieles muy fieles a los que ni los "ataques" de lluvia les impiden asistir con paraguas en mano o chubasquero en el cuerpo. Como se acostumbra en este ciclo, cada año hay una figura, de un nivel u otro, de una tendencia u otra o de aquí y de allá, pero siempre artistas con personalidad y currículum como para llamar la atención. Y este año, al igual que los anteriores, también se cumplió con la tradición del certamen de dar cabida a los valores que recorren Europa, como los polacos "Tomas Wendt Group" y los asturianos "Eladio Díaz & Control Z".

Y sí, la música de Pedro Ruy-Blas, la personalidad de este intérprete genuino, fue la justa despedida. Una voz más del jazz que se suma a la historia del Festival de Bueño, una historia que ya va camino de celebrar sus diecisiete años y que, seguro, ya tiene otros nombres en cartera para mantener la tradición jazzística en la plaza de Bueño.

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