Proyecto Hombre se prepara para extender por Asturias el programa "Reciella", con el que lleva años atajando el consumo de drogas entre adolescentes y jóvenes. El antiguo laboratorio de Campo de los Patos, cedido por el Ayuntamiento de Oviedo, es la sede de sus actividades y a ella acuden chavales y familias de toda Asturias. Los buenos resultados del programa, con un 85 por ciento de éxitos el año pasado, ha animado a sus gestores a llevarlo a otras localidades. Al frente de esa estrategia está Sonia Fernández Conde, terapeuta y responsable de "Reciella", programa al que lleva vinculada cinco años. En él trabajan actualmente tres terapeutas, dando atención a 62 jóvenes y 110 familias.

-¿Qué es "Reciella"?

-Proyecto Hombre lleva casi veinte años desarrollando acciones contra la drogodependencia y fue en el año 98 cuando empezamos con intervenciones en prevención. En 2004, un grupo de trabajo formado por profesionales redactó un documento para atender esas necesidades, que es la base de "Reciella", un recurso que agrupa diferentes programas y todos dirigidos a adolescentes, a familias y a los profesionales que trabajan con ellos. Desde 2004 han pasado por "Reciella" más de ochocientos jóvenes y más de novecientas familias.

-¿Hay un perfil común?

-Es muy variado. El tipo de consumo es muy diferente, puede ser experimental o más continuado, o puede tratarse de jóvenes que han tenido contacto con la droga y con factores de riesgo. La gran mayoría son consumidores de cannabis; el 85 por ciento son hombres con una edad media de 17 años y el resto mujeres de a misma edad. Consumen cannabis el 85 por ciento de los hombres y el 78 por ciento de las mujeres; en hombres, al de cannabis, le sigue el consumo de alcohol y cocaína y en mujeres el de cocaína e inmunosedantes. La procedencia mayoritaria es de Oviedo, en razón del lugar donde está asentado, y le siguen Gijón, Avilés y Siero. El 73 por ciento está estudiando y entre las familias no hay perfil único.

-¿Variaciones en las pautas de consumo en estos años?

-Se mantiene de forma muy parecida. Inicialmente es experimental, asociado al ocio y el tiempo libre; luego pasa a ser más problemático. Suelen empezar con cannabis a los 12 o los 13 años e ir asociado al alcohol. A esas edades la percepción de riesgo es mínima.

-¿Esa es la edad a la que se inician?

-La edad media de inicio está entre los 13 y 14 años: es aquello de probar. En "Reciella" empezamos a trabajar a partir de los 14 años y hasta los 20.

-¿Qué propicia el primer contacto con las drogas?

-Está relacionado con el entorno y el grupo de iguales. La adolescencia es una etapa de cambios y el grupo pesa mucho.

-¿Qué hacer para alejarlos de esas influencias?

-Nuestra acción es integral y abordamos distintas áreas de desarrollo personal, la familia, el área escolar y formativa, trabajamos todos los factores de protección que ya existen y reducimos los de riesgo. La relación familiar es importante, así como una buena comunicación, el buen manejo de la resolución de conflictos, la educación emocional, autoestima y autoconcepto. Puede haber absentismo escolar, acciones judiciales. Y veces el consumo no es tan elevado, pero alrededor aparece alguna problemática. Pueden aparecer trastornos de salud y psicopatológicos.

-¿Cómo afrontan las familias estas situaciones?

-La familia, en el 95 por ciento de los casos, es la que hace la demanda y suele venir desbordada y asustada, y demandando asesoramiento y asistencia.

-¿Llaman directamente a la puerta de "Reciella"?

-Pueden acudir por iniciativa propia, sí, o bien derivados desde algún recurso o asociación que haya detectado algún problema, desde la Administración de Justicia, Servicios Sociales, de un centro formativo o escolar o desde los servicios sanitarios.

-¿Y qué hacen?

-Se les trata de forma individual, con entrevistas con la familia y el menor; luego se hace una evaluación y se elabora un proyecto educativo. Ahí empieza el tiempo de intervención, que varía porque se hace de forma individualizada y depende de la consecución de objetivos. A veces los de las familias no coinciden con los de los adolescentes. Estos, a menudo, como su percepción de riesgo es mínima, piensan que al tratar de adicciones sus padres exageran.

-Pero disponen de una ingente cantidad de información.

-La tienen, pero no es suficiente para evitar el consumo. Y hay que ver qué información manejan, tienen muchos mitos.

-¿Por ejemplo?

-Que la marihuana es natural, que no hace nada, no tiene ningún efecto... Que el cannabis se utiliza para tratamientos oncológicos... Son recursos para argumentar y justificar su consumo.

-¿Su trabajo es gratificante?

-Mucho. A menudo hay una resistencia inicial a estar en el programa pero luego pasa el tiempo y se avienen a trabajar, consiguen cosas, valoran sus logros y las familias se tranquilizan.

-Ahora "Reciella" da un paso más y sale de Oviedo.

-Tenemos que adaptarnos a las necesidades que se van presentando. Hace un par de años empezaron a llegar demandas por adicción al juego y desde el año pasado tenemos casos asociados a violencia en el ámbito familiar y entre iguales. Aumenta la atención y los resultados son buenos. La comisión de seguimiento cree que si se acerca el recurso a otras localidades es posible que el acceso sea mayor. Tenemos que trabajar con las administraciones locales y ver las posibilidades que hay. Después de Oviedo, la mayor parte de los casos que nos llegan son de la zona centro y por ahí empezaremos.

-¿Replicarán el modelo de Oviedo?

-El modelo es el mismo, ahora tratamos de acercar el recurso y hacerlo más accesible.