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Eduardo Quesada: "Ser rotario es una carta de presentación"

"Llegamos donde no llegan las administraciones", afirma el nuevo presidente en Oviedo de la sociedad filantrópica

Eduardo Quesada, nuevo presidente de los rotarios, en la escalera del Reconquista. FERNANDO RODRÍGUEZ

Eduardo Quesada entiende la pertenencia al Rotary Club como "amistad, servicio, ética y la posibilidad de formar jóvenes líderes para nuestra comunidad". Él es desde el sábado el nuevo presidente en Oviedo de esta organización internacional, con presencia en más de doscientos países, y lo es por segunda vez, porque ocupó el mismo cargo en 2011. Ser rotario, afirma Quesada, es "una carta de presentación" en países como Estados Unidos o Gran Bretaña. "Cuando viajas te das cuenta de que ser rotario te abre puertas, que un rotario es considerado una persona de fiar", explica.

Quesada, óptico de profesión, se remonta a los orígenes del Rotary y cuenta que el club fue fundado por Paul Harris, un abogado de Chicago. Es una sociedad filantrópica y su presidente detalla que sus miembros son "apolíticos, tolerantes, aconfesionales..." y su funcionamiento, democrático. En todo el mundo, cuenta, hay un millón doscientos mil rotarios que, según sus propias palabras, "trabajan para lograr un mundo mejor". Entre sus logros cita la erradicación de la polio en el mundo.

Pero nada tiene que ver el Rotary con una oenegé, aclara. "Esas organizaciones tienen un objetivo determinado y los nuestros son muy amplios, desde llevar agua a pueblos que no la tienen hasta colaborar con el Banco de Alimentos o en proyectos de educación", explica. Además, añade Eduardo Quesada, los rotarios no reciben subvenciones ni ayudas, al contrario, son ellos los que se encargan de recaudar fondos para contribuir a una causa. "Llegamos donde no llegan las instituciones públicas", señala.

Para ingresar en el club, refiere su presidente, hay que reunir "una serie de requisitos: ser una persona seria, honesta y con ganas de trabajar". Sobre esto último, Eduardo Quesada dice que la carga de trabajo se incrementa al asumir la presidencia de la sociedad pero está tranquilo: "Un buen presidente tiene que rodearse de un buen equipo -y yo tengo uno magnífico-, y saber delegar".

En su año de mandato Quesada se ha propuesto centrarse "en la juventud, que es la semilla del futuro". En los próximos meses está prevista la incorporación de al menos cinco nuevos rotarios "relativamente jóvenes". Opina que es bueno que, dentro de la asociación, "por un lado esté la juventud y por otra la experiencia".

Entre los muchos planes que tiene entre manos, Eduardo Quesada cita uno para dar "compañía y cariño" a personas mayores poniéndolas en contacto con jóvenes rotarios de todo el mundo por videoconferencia.

Los rotarios de Oviedo seguirán contribuyendo con el Banco de Alimentos de Asturias, repartiendo bonos de alimentos, organizando conciertos y galas benéficas, contribuirán económicamente a reparar la instalación eléctrica de la parroquia de La Corredoria y se proponen editar un calendario solidario, en el que esperan contar con la colaboración de la Policía Local o el cuerpo de bomberos.

"En estos años de crisis nos hemos centrado más en las necesidades de la gente, en paliar la pobreza y las carencias de alimentación. Toda la ayuda es insuficiente", afirma el presidente de los rotarios de la ciudad. También hay actividades culturales y de ocio para los miembros de la asociación. "En el Rotary Club no se aburre nadie, tenemos viajes, eventos, intercambios con otras ciudades, exposiciones...", enumera.

La historia del Rotary Club de Oviedo viene de largo. Fue constituido por primera vez el 24 de septiembre de 1934 y permaneció activo hasta el 19 de enero de 1940. El 26 de abril de 1991 se refundó.

De los 25 años que tiene el Rotary Club en Oviedo Eduardo Quesada ha estado en 24, porque ingresó en él al año siguiente de su fundación.

Los miembros de la sociedad se reúnen todos los martes, a las nueve de la noche, en uno de los salones del hotel de La Reconquista. Allí repasan objetivos y proyectos, además de charlar amigablemente. La puerta está abierta para quien quiera conocerlos, invita el presidente.

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