La piscina municipal de La Monxina, que el año pasado permaneció cerrada, reabrió ayer tras los actos vandálicos cometidos por un grupo de desconocidos durante la madrugada del 29 de junio. Arrojaron al agua las escaleras, botes llenos de pintura e incluso dos porterías del campo de fútbol anexo. Los operarios repusieron las escaleras y vaciaron el vaso para una limpieza completa. "Estaba todo hecho un asco", dijo el socorrista Lionel Rodríguez. Con todo hecho, ayer pudieron abrir la piscina, que registró una considerable afluencia de público, especialmente en el césped. Alguno se quejaba de que el agua estaba aún "algo fría".