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JAVIER TOURÓN | Vicerrector de la Universidad de La Rioja, acaba de participar en un congreso educativo en el colegio Santa María del Naranco

"El sistema educativo sirve para hacer funcionarios pero no potencia el talento"

"Agrupar a los niños por la edad en el colegio es tan disparatado como hacerlo por el color del pelo, debería hacerse según sus competencias"

Javier Tourón, en el colegio Santa María del Naranco. IRMA COLLÍN

Javier Tourón (Vigo, 1951) apuesta por el talento y la diversidad. El vicerrector de la Universidad Internacional de La Rioja está convencido de que todas las personas destacan en algo y es necesario darles un empujón desde la infancia para que brillen. A diario lucha por cambiar el modelo educativo, a su juicio tendente al igualitarismo, para devolver el protagonismo al alumno. Tourón ha participado en el II Congreso sobre innovación educativa que organiza el colegio Santa María del Naranco con una ponencia sobre el desarrollo del talento.

-¿Qué es el talento?

-Es el resultado de aplicar la capacidad a un campo cualquiera de la actividad humana. Y las capacidades son naturales y diversas, desde intelectivas a físicas. Así que cuando la persona está dispuesta a aplicar su potencial al desarrollo de competencias concretas lo que hace es desplegar su talento. Una buena forma de entenderlo es a través del deporte. Todos tenemos unas capacidades físicas, pero eso no quiere decir que seamos campeones de Roland Garros.

-Entonces, ¿las capacidades son innatas?

-Exactamente. Nacemos con capacidades en grados diferentes. El razonamiento abstracto de un físico cuántico es muy distinto al de un niño con dificultades de aprendizaje. El éxito de la educación consiste en hacer que las capacidades, que son potenciales, acaben eclosionando y deriven en talento. Por eso, las necesidades educativas son diferentes.

-¿El sistema educativo facilita el desarrollo del talento?

-En absoluto porque tiende a la igualdad de resultados. Y la escuela no está para promover la igualdad, sino para atender a las diferencias y en todo caso promover la equidad. Es evidente que las necesidades que tiene un niño con parálisis en las piernas no son las mismas que las de otro que hace atletismo. Pues ocurre lo mismo en el terreno intelectual. El sistema educativo quizá sirva para hacer funcionarios, pero no para potenciar el talento porque detiene el desarrollo personal en función de la velocidad a la que vaya el grupo o lo que quiere el profesor. Hay que hacer una escuela centrada en el alumno, en la que el profesor sea una ayuda necesaria. Ahora mismo se agrupa a los niños en función de la edad cuando debería hacerse según sus competencias. Cada uno debe tener su plan de aprendizaje.

-¿Existen sistemas educativos en dónde los niños están agrupados de otra manera?

-No es un modelo extendido pero en muchos países se tiende a él porque la tecnología digital ayuda a hacerlo. La escuela nunca fue gradual en el pasado. Empezó a agruparse a los niños por la edad a finales del siglo XIX y principios del XX. Lo que es igual de disparatado que agrupar a los niños por el color del pelo.

-¿Hay un porcentaje de niños de altas capacidades que pasan desapercibidos?

-Los niños a veces se mimetizan porque no quieren ser una rara avis. Es el mismo drama que si usted tiene un buen nivel de inglés, va a la Escuela Oficial de Idiomas y le ponen en primero. Se desesperaría. Eso es lo que le pasa a un niño de alta capacidad en la escuela regular.

-¿Es necesario cambiar la formación del profesorado y cambiar el plan de estudios universitario?

-No tengo ninguna duda. En la Universidad de La Rioja pondremos en marcha una escuela online de formación de profesores en tecnología educativa para ayudarles a usar cabalmente lo digital y que se den cuenta de que deben dejar de ver clases para ver casos individuales.

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