Una treintena de trubiecos se lanzaron ayer a eso de las cinco y media de la tarde al agua con motivo del descenso folclórico del río Trubia, punto álgido de las fiestas de la localidad ovetense. "Cada uno hace barcas por grupos de amigos y compiten por los premios a la más original, la más simpática y a la más trabajada" comentaba ayer Marco Vega, un joven que se acercó al río como espectador. Diversión y creatividad se fundieron en un evento que suscitó un enorme interés por parte de vecinos y visitantes.

Entre los grupos participantes destacó "Los del hórreo", que se llevó el premio a la barcaza mejor construida; "Las chicas boxeadoras", que junto a "Trubipiedra" se alzó con el galardón especial de la organización, o "El camión de Mahou", que fue el más original. Tras un año de parón festivo, la participación "fue aun mayor de la esperada, tal como explicó Elvira Fernández, una de las jueces que otorgó los premios.

"Hoy participamos por tercera vez y ya lo aguardábamos con ganas. En está ocasión somos 'El grupo Mahou'", comentó mientras tomaba culines de sidra Pablo Fernández, uno de los integrantes de la barca decorada con motivos similares a los de un camión de reparto de bebidas alcohólicas. Los participantes no sólo descendieron en barcas, fueron muchos los que se lanzaron con flotadores y colchonetas a la conquista del río Trubia.

Al finalizar el animado descenso, los encargados de hacer entrega de los premios fueron miembros de diferentes movimientos asociativos de Trubia. Los vecinos ya esperan ansiosos por la siguiente edición del descenso popular, que supuso el plato fuerte de unas fiestas que recuperan este año el esplendor que lucían en pasadas ediciones.