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Fernández de Retana recibe en San Juan la despedida de "sus muchos amigos"

El párroco pide "no olvidar las lecciones y los consejos" del ingeniero fallecido, padre del presidente del Tenis

Fenández de Retana.

Como a "un hombre de muchos amigos" y de quien "no olvidar las lecciones y los consejos" se refirió ayer el párroco de San Juan El Real, Javier Suárez, a Juan Antonio Fernández de Retana y Aróstegui, fallecido el pasado lunes en la localidad marbellí de San Pedro de Alcántara, a los 90 años, y cuyo funeral tuvo lugar ayer, con la basílica ovetense repleta de familiares y amigos.

Fernández de Retana y Aróstegui, ingeniero de Minas y que en su día ocupó la subdirección del Instituto Nacional de Silicosis, es el padre del presidente del Real Club de Tenis de Oviedo, que como su madre, Cecilia García-Morán, y su hermana Cecilia, recibió el pésame y el cariño de las muchas personas que asistieron al funeral.

Entre ellas estaba el presidente de Química del Nalón, Rufino Orejas Rodríguez-Arango; el presidente de la Sociedad Filarmónica de Oviedo, Jaime Álvarez-Buylla, y la madre del ex alcalde Antonio Masip, Carmen Hidalgo; muchos socios del Club de Tenis de Oviedo y compañeros de la hija del fallecido en el Banco Sabadell, donde trabaja.

Con la iglesia a rebosar, Javier Suárez se refirió a Juan Antonio de Retana como "Txomin", explicando que así se refieren a él sus amigos y allegados. Destacó de él que "era un hombre tremendamente creyente y religioso" y dijo que "el Señor le ha llamado a su casa para cuidarle él mismo".

Por su forma de ser y su legado, el párroco de San Juan pidió para Juan Antonio Fernández de Retana "un recuerdo agradecido" y deseó que la familia se sienta "confortada" en "este acontecimiento triste que es la despedida de Txomin".

Durante la ceremonia, la Escolanía y Schola Cantorum de la basílica de San Juan El Real, dirigida por Ángel Gallego, interpretó varios motetes y fragmentos de la Misa Fúnebre de Gounod. La familia de Juan Antonio Fernández de Retana pidió al director de la coral, según comentó éste, que no interpretasen música excesivamente triste.

Juan Antonio Fernández de Retana falleció a consecuencia de un ictus. La muerte le sobrevino el pasado lunes en Marbella, donde pasaba largas estancias junto a su esposa.

Había nacido en Vitoria. Estudió la carrera en Madrid y al acabar se instaló en Oviedo, donde se incorporó a la empresa Duro Felguera. Trabajó en el pozo Santa Bárbara y Sotón. Llegó a ser catedrático de Organización y Seguridad e Higiene en Mieres y adjunto de Laboreo en la de Escuela de Minas de Oviedo. Trabajó en la Mutualidad de Empresas Mineras, la denominada Cámara Minera, y dirigió el departamento técnico del Instituto Nacional de Silicosis, del que llegó a ser subdirector.

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