La apertura del nuevo tramo de la Senda Verde, desde San Lázaro hasta el Parque de Invierno, lleva camino de convertirse en el cuento de la buena pipa. El proyecto del PP, que el tripartito decidió modificar, arrastra ya más de un año de retraso entre problemas urbanísticos, quejas vecinales y modificaciones. El último escollo que impide a los ciudadanos ir a Fuso de la Reina atravesando medio Oviedo sin pararse ante ningún semáforo está en la burocracia, o como ha explicado la concejala socialista de Infraestructuras, Ana Rivas, en "el papeleo". El gobierno local esperará a tener "el visto bueno" en la construcción de una pasarela provisional, la consolidación de un puente y otras mejoras adicionales por valor de 38.800 euros para ponerse a rematar y concluir la ampliación de la Senda Verde.

Sin esa pasarela, los peatones quedarían aislados durante las obras, que tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, consistirán en perforar una de las bases del puente sobre la Ronda Sur que une Villafría con las calles San Melchor García Sampedro, San Pedro de Mestallón y Carlos Asensio Bretones habilitando así un paso subterráneo que marca el comienzo de la senda. La perforación del puente no supondrá un gasto extra porque ha sido incluido en el presupuesto del proyecto primitivo, fijado en algo más de 661.000 euros, y que ahora el tripartito ha rebajado al cambiar por razones de seguridad el punto de inicio de la ruta, que antes estaba en el Campo de los Patos.

La pasarela provisional está en pleno proceso de tramitación. Es necesario un informe de los servicios jurídicos, debe pasar por la oficina económica y finalmente acabar en contratación. "El proyecto inicial del PP tenía fallos y las reformas posteriores llevan su tiempo", matiza la edil responsable del área de Infraestructuras.

Una vez superado este farragoso proceso, la intención del gobierno local es levantar la pasarela desde aproximadamente la mitad del puente hasta la calle Carlos Asensio Bretones, y, después, comenzar a perforar la base del viaducto sin miedo a bloquear el paso de los vecinos. La pasarela será metálica, de 98 metros de largo y 2,5 de ancho, y con una pendiente máxima del 10 por ciento para salvar progresivamente una altura de 20 metros.

Los 38.800 euros no sólo servirán para costear la pasarela, sino para consolidar el puente de la Ronda Sur (asegurando las vigas), y para reforzar la valla que hay en la carretera "y que va paralela a la rampa que discurre de Fuentes del Prado, entre Otero y San Lázaro, hacia el antiguo túnel ferroviario", tal y como recoge la modificación y actuación complementaria del proyecto de ampliación de la Senda Verde. La ejecución de estas obras será de cuarenta días y no alterará el calendario del trabajo principal. Eso sí, obligará a cortar el tráfico en el puente y a reordenar la circulación del entorno.

Para construir el paso a través de la base del puente de la calle San Melchor García Sampedro es necesario "destapar" parte de la infraestructura y colocar "una especie de caja" que permitirá el paso de peatones y bicicletas desde la parte baja de Carlos Asensio Bretones hasta el tramo de senda que ya se ha habilitado al otro lado del puente, un camino asfaltado e iluminado que enlaza con la antigua caja del ferrocarril del Vasco a través de otro túnel en forma de "L". "Las rampas servirán para que los peatones no tengan que modificar sus trayectos. Si se viene de Otero permitirán bajar a la calle Carlos Asensio Bretones salvando las obras y cruzar al otro lado. Si se camina en el otro sentido será lo mismo pero al revés", explica Rivas.

Además, el Ayuntamiento destinará otros 28.000 euros a la instalación de cámaras de vigilancia en el túnel. Los vecinos de San Lázaro y Otero habían mostrado su preocupación por la falta de medidas disuasorias para los ladrones que mejorasen la seguridad en dentro de la galería. El túnel es en realidad un tramo del antiguo trazado ferroviario de FEVE que discurre en paralelo a la Ronda Sur. Las máquinas derribaron en febrero de 2015 las tapias que lo cegaron durante casi veinte años De tres metros y medio de ancho por cinco de alto, está revestido con mampostería y posee una bóveda de ladrillo. El exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo (PP), lo visitó en esa fecha para comprobar el estado de unas obras que tenían un plazo de ejecución de cuatro meses y medio para que los 1.500 metros que van desde el Campo de los Patos al Parque de Invierno estuviesen listos para recibir viandantes y corredores.

Más de un año después, el túnel está cerrado con una valla metálica ante la incredulidad de los vecinos que soportaron varios meses de obras con ruidos y escombros, y el inicio de la senda ya no será el Campo de los Patos, sino el entorno de la calle Carlos Asensio Bretones.

El Ayuntamiento se vio obligado a perforar el puente en ese punto y a construir el paso subterráneo que enlazará con el antiguo trazado del Vasco porque en esa zona existe una parcela privada que impedía la conexión directa con el antiguo túnel ferroviario de FEVE. Lo explica la edil de Infraestructuras: "La finca era municipal pero hubo un equipo de Gobierno anterior que la vendió a un constructor".