El oftalmólogo Álvaro Fernández-Vega ha fallecido hoy a los 91 años, en su domicilio de la capital asturiana, ciudad en la que centró su trabajo como catedrático y especialista en retina y estrabismo en Hospital Central de Asturias y en el Instituto Oftalmológico.

Junto a su hermano Luis, fallecido en 2010, fue uno de los impulsores de la clínica que lleva el apellido familiar, que inició su actividad en la capital asturiana en 1886 y que en la actualidad da empleo a más de 150 personas.

Tras licenciarse en medicina en Madrid, Álvaro Fernández Vega completó su formación con distintos especialistas del país y en Nueva York, donde fue becario del doctor Castroviejo.

Experto en oftalmología pediátrica, fue profesor en la Facultad de Medicina de Oviedo y jefe de Servicio de Oftalmología del Hospital General de Asturias desde 1978 hasta 1983.

Cinco generaciones después de que su abuelo Adolfo Fernández-Vega iniciara esta saga de médicos, el Instituto que lleva esu apellido es uno de los centros oftalmológicos más grandes y reconocidos de Europa por el que pasan anualmente unos 100.000 pacientes, 65.000 de ellos de fuera de Asturias.

En este centro hospitalario e investigador, situado en la falda del monte Naranco, trabajan cinco de los seis hijos de Álvaro, cuatro de ellos como oftalmólogos y una como anestesista, mientras que el sexto es economista.

El funeral tendrá lugar mañana martes, a las 17:00 horas, en la Iglesia de San Juan el Real, según han informado fuentes del entorno familiar.