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Ideas para echar "una mano al Naranco"

"La indiferencia de la ciudad es un problema", dice la asociación que ha preparado un plan para recuperar el monte

Ideas para echar "una mano al Naranco"

Pozos de nieve, búnkeres de la guerra civil, antiguos lavaderos, frondosos bosques donde el suelo no conoce el sol... El monte Naranco, ese coloso que ha visto a Oviedo nacer y crecer, guarda en su interior maravillas que pasan desapercibidas para gran parte de los ovetenses. "El gran problema del Naranco es la indiferencia de la ciudad hacia él", denuncia Carlos Fernández Llaneza, presidente de la asociación Manos por el Naranco. Esta iniciativa vecinal, que surgió hace cuatro años, trabaja para hacer que el Naranco "vuelva a ser el monte que era", como dice Iván Mallada, su vicepresidente.

Un censo de las fincas y caminos, el control del eucalipto, la unificación de las antenas, la conservación de los restos de la Guerra Civil o el adecuamiento de la finca de El Pevidal -casi en la cima- son algunas de las propuestas que Manos por el Naranco trasladó al Ayuntamiento con el objetivo de mejorar el estado del monte. El asunto principal para la asociación es el problema forestal que ha generado la plantación masiva de eucaliptos. Estos árboles absorben gran cantidad de agua y empobrecen el suelo y la flora de las laderas del monte, transformando la imagen del bosque. "La solución pasaría por erradicar aquellos que están dentro de terrenos públicos y llegar a algún acuerdo para actuar sobre aquellos que están en fincas privadas", piensa Carlos Fernández. La replantación con especies de la zona y su mantenimiento son, en su opinión, los pasos a seguir. "Tenemos la oportunidad histórica de cambiar el horizonte de Oviedo", opina el presidente de Manos por el Naranco.

Muchos antiguos caminos atraviesan el monte, pero el desuso y el posterior cierre de algunos ha dificultado el acceso a multidtud de espacios naturales. "Un censo facilitaría saber la situación de estas rutas", explica Fernández. Manos por el Naranco ve necesaria la apertura y el cuidado de esas sendas para el disfrute de los ovetenses. Las antenas que copan las cimas del conjunto del Naranco también influyen en el uso de estos caminos. "Ayuntamiento y empresas deberían planear una unificación", comenta Carlos. La finca de El Pevidal es otro asunto que preocupa a Manos por el Naranco. El terreno de 90 hectáreas fue comprado en 2005 por el Principado por más de tres millones y medio de euros, en el marco de un ambicioso plan para convertirlo en un espacio de ocio y cultura que nunca llegó a ver la luz. La asociación vecinal reclama que se le dé un uso forestal. "Hay un espacio enorme y el uso de monte es el más adecuado para este pulmón de la ciudad", opina Carlos Fernández.

"El Naranco tiene un valor histórico, botánico, etnográfico, de fauna...", comenta Fernández. Sin embargo, no todos los ovetenses son conscientes del "tesoro" que tienen. Por ello, la educación y el dar a conocer entre la ciudadanía los múltiples atractivos del monte es un paso "fundamental" para esta asociación. "Los escolares deberían conocer lo que es suyo", dice Mallada. Así, piensan que el Naranco podría convertirse en un espacio donde los estudiantes pudiesen aprender acerca de la naturaleza y la historia de Oviedo. "El Ayuntamiento debe tener la voluntad de incluir el Naranco en su agenda", opina Fernández. Ambos creen que es necesario que los ciudadanos de Oviedo tengan conciencia acerca del rico ecosistema que tienen a su alcance. "Lo que no se conoce no se valora", afirman.

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