Agustín de Luis Criado no pudo entrar ayer en la cárcel. El exjefe de la Policía Local de Oviedo acudió voluntariamente a Villabona a primera hora de la mañana junto a su abogado, Fernando de Barutell, y una tercera persona para cumplir la orden de ingreso que dictó la Audiencia Provincial hace cinco días. Sin embargo, le dieron la vuelta en la puerta "por no portar el oportuno mandamiento de prisión necesario e imprescindible". Es decir, que los funcionarios le pidieron los papeles y no los tenía. El que fuera responsable de Seguridad Ciudadana en Oviedo durante 30 años solicitará hoy por escrito que la Audiencia le expida la orden de ingreso para ir por su propio pie a la cárcel "sin que las fuerzas y cuerpos de seguridad le detengan para escarnio público".

De Luis envió ayer un comunicado para explicar su situación, que es una especie de limbo procesal, y para aclarar que si sabe que entrará en los próximos días en la cárcel es únicamente gracias a los medios de comunicación ya que no ha recibido comunicación oficial alguna. Este periódico trató de ponerse en contacto con la dirección del centro penitenciario para recabar más información sobre la negativa a abrirle la puerta al comisario jubilado, pero no fue posible y sólo obtuvo la respuesta de un empleado que dijo que "los trabajadores sociales no tienen conocimiento de nada".

Tras su intento fallido de ingresar en Villabona, De Luis declaró a LA NUEVA ESPAÑA que "está tranquilo y con la conciencia muy limpia" mientras espera que el tiempo pase para "hablar alto y claro en una rueda de prensa multitudinaria". Y es que el antiguo jefe de la Policía Local está convencido de que su condena "responde a un odio personal enquistado" que "no se le tiene ni al mayor criminal del mundo". Lo único que le preocupa es que su familia sufra y califica su paso por los tribunales de "juricidio" al "no tener ni pies ni cabeza". De Luis pasó la mayor parte del día con su abogado después de volver de Villabona y pudo vérsele por el centro de Oviedo sin esconderse de nadie, tal y como prueba la fotografía que acompaña esta información, tomada en la calle Independencia.

El que fuera jefe de la Policía Local fue condenado a dos años y siete meses de cárcel por ocultar el atestado de un atropello en el que se vio implicado un conocido empresario hostelero de la ciudad. Según considera probado la sentencia, el hombre circulaba borracho con su furgoneta y se llevó por delante a un peatón en El Cristo, pero De Luis movió los hilos y ordenó a un inspector que "acomodase" los libros de registro a la "nueva situación" y trató de que ese atestado no llegase a los Juzgados. Fue condenado por los delitos de infidelidad en la custodia de documentos, encubrimiento y omisión del deber de perseguir delitos.

Su letrado está agotando todas las vías posibles para evitar que vaya a prisión. De hecho, dos peticiones han sido admitidas a trámite y están pendientes de resolución, además de que el Tribunal Supremo aún debe dictaminar sobre un recurso de súplica que se basa en "un incidente de nulidad por vulneración del principio acusatorio". Y es que De Barutell asegura que en la interpretación de la sentencia del Supremo se habla de dos delitos de encubrimiento cuando la Audiencia sólo se refiere a uno. No obstante, fuentes consultadas por este diario aseguran que si todos esos recursos no fueron capaces de aplazar la orden de entrada en prisión del exjefe de Policía es más que probable que sean denegados en los próximos días. La defensa de De Luis esgrime que la acusación particular, ejercida por el Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias (SIPLA), ya ha manifestado que no se opondría al aplazamiento de la entrada en prisión del exjefe de la Policía Local teniendo en cuenta, entre otras cosas, que aún existen asuntos pendientes sobre la causa en el Supremo y en la propia Audiencia Provincial.

En su intento por ganar tiempo, el letrado llegó a pedir el ingreso voluntario de su defendido en el centro penitenciario de Alcalá Meco (Madrid) en un plazo de quince días, pero la Audiencia Provincial también le denegó esa posibilidad. Aunque la orden de la Audiencia especifica que el ingreso de De Luis debería de ser inmediato -ya se dictó el miércoles-, en los casos en los que no hay peligro de fuga y la condena es pequeña suele ser habitual esperar a que la persona se presente de forma voluntaria en el centro penitenciario. Ahora mismo sólo podría ser detenido por los agentes de la Policía Judicial adscritos a la Audiencia Provincial, no podría hacerlo cualquier representante de la ley "porque no existe una requisitoria que lo diga", explica el abogado.

El exjefe de la Policía Local de Oviedo cree que se están vulnerando sus derechos constitucionales ordenando su detención a la Policía Judicial "sin antes comunicar y facilitarle el mandamiento al interesado".