El concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), está estudiando la fórmula de subir el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los vecinos del centro de la ciudad para bajárselo a los de los barrios y la periferia. El edil podemista aseguró que es consciente de que el IBI se aplica en base al valor catastral de cada vivienda, pero está buscando la manera de introducir una nueva variable a la hora de calcularlo: un "criterio de territorialización".
Con este nuevo parámetro, que quiere incluir en las nuevas ordenanzas fiscales, que estarán listas en septiembre, las casas ubicadas en el centro, que el edil situó "entre la calle Uría y la zona alta de la avenida de Galicia", tendrían un tipo mayor de IBI que los inmuebles ubicados en barrios "como por ejemplo Ventanielles, La Corredoria, La Florida o Pumarín".
En conversación con este diario, Rosón lo explicó así: "Estamos buscando la fórmula para que no sólo se tenga en cuenta el valor catastral a la hora de calcular el IBI. Queremos saber si podemos valorar, además, la zona en la que esté localizado el inmueble. La idea sería aplicar un gravamen mayor a las grandes viviendas del centro, donde la mayoría superan esos 60.000 euros, para reducir el impuesto a las casas de la periferia de la ciudad, donde la mayoría tienen un valor catastral de menos de 60.000 euros". Rosón explicó que se está estudiando "toda la casuística" para "ver si es posible darle más peso a la territorialización".
El IBI es un impuesto que se calcula en función del valor catastral de cada inmueble. Para determinar ese valor catastral ya se tiene en cuenta la ubicación de la casa, de forma que el propietario de un piso en la calle Uría paga más IBI de lo que pagaría si tuviera el mismo piso, idéntico, en un barrio de la periferia. "Es una medida política que busca que pague más quien más tiene y viceversa", dijo el edil, que recordó que "Oviedo está muy segregada" con las "grandes viviendas en el centro".
La intención de Rosón, que también es aplicar mayores bonificaciones en el IAE, no está negociada con PSOE e IU. De hecho, ambos socios la desconocían ayer. "Son medidas técnicas que hay que analizar en Junta de Gobierno. Somos favorables a la progresividad fiscal y la protección de los que menos tienen. Pero hay que tener en cuenta que debido a la crisis hay poderes adquisitivos mezclados en todos los barrios", dijo Cristina Pontón, portavoz de IU. Los socialistas declinaron hacer una valoración.
La oposición calificó la medida de "ilegal y propagandística". El líder popular, Agustín Iglesias Caunedo, señaló que es "un burdo intento de manipulación por parte de Somos" y que la medida "carece de respaldo legal". "Es ilegal e inaplicable" porque "sobre lo residencial no hay competencia municipal". Luis Pacho, líder de Ciudadanos, dijo que la idea es "absurda" y que la "territorialidad obvia a las personas" porque "puede haber gente con renta baja con un piso en la calle Uría y una persona rica con 10 pisos en Pumarín".
