La medicina pierde un reconocido oftalmólogo, la ciudad de Oviedo a uno de sus hijos más ilustres y la familia Fernández-Vega al esposo, al padre, al tío y al abuelo. Lo explicaron ayer con sus propias palabras Inés Amantegui Fernández-Vega y Lucía Castaño Fernández-Vega, dos de los dieciséis nietos de Álvaro Fernández-Vega Diego, durante el funeral del hombre que (junto a su hermano Luis Fernández-Vega, ya desaparecido) ideó y promovió el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, referencia mundial en el campo de la Oftalmología. "Ojalá fuéramos inmortales para poder vivir todos los días a tu lado", leyeron las niñas en la despedida de un hombre "listo, generoso, tranquilo y cariñoso", entre otros muchos adjetivos.

El carácter afable y cercano de Álvaro Fernández-Vega (gran aficionado a la pesca y a la caza) quedó patente en las conversaciones de los asistentes al funeral, celebrado a las cinco de la tarde en la basílica de San Juan el Real. El párroco, Javier Suárez, remarcó la "larga vida de servicio y entrega generosa" del oftalmólogo, que deja "triste" su ciudad, Oviedo. "Perdemos a un insigne oftalmólogo, pero sobre todo a un hombre bueno, entregado a su familia y a sus pacientes", dijo. El sacerdote destacó también la condición de "gran creyente" de Álvaro Fernández-Vega, quien recibió unos días antes del fallecimiento el sacramento de la unción de enfermos "que da fuerza para el viaje final". Convencido de que "desde la otra orilla" estaría participando de la celebración, pidió que "le premien todo el bien que ha hecho, que podemos decir sin miedo a equivocarnos que ha sido mucho".

Las 32 voces masculinas del Coro marinero "Manín" de Lastres participaron en el funeral a petición de la familia Fernández-Vega, entonando una selección de cantos litúrgicos. Cerraron con la Salve Marinera (el fallecido era muy devoto de la virgen del Carmen) y también el Himno de Covadonga.

Fueron los momentos más emocionantes del funeral, junto a las lecturas de las nietas. La viuda, Concepción Sanz Moliner y los cinco hijos del oftalmólogo, Álvaro, Lucía, Beatriz, Javier, Mónica y Juan Fernández-Vega Sanz estuvieron arropados por toda la familia, con notables presencias como la del único hermano vivo de la saga, Manuel Fernández-Vega, que ejerció como otorrino en Madrid. También asistió su primogénita, Aruca Fernández-Vega , junto a su marido, el empresario audiovisual Emilio Aragón. La familia Argüelles, que guarda estrechos lazos de amistad con los Fernández-Vega, asistió a la despedida de Álvaro, al igual que numerosos vecinos de Ceceda, en Nava, donde la familia posee una finca.

El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, también asistió al funeral del que fuera Medalla de Oro de la Ciudad de Oviedo; al igual que el presidente del Colegio de Médicos, Alejandro Braña. El mundo de la economía y la empresa estuvo representado por el presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Fernando Fernández-Kelly, el empresario Juan Alvargonzález, y el ex presidente de Cajastur, Felipe Fernández, y Manuel Cosmen Adelaida, entre otros. La directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo; el artista Manolo Linares, el notario José Antonio Caicoya también se encontraban entre los asistentes. La política estuvo representada por el delegado de gobierno, Gabino de Lorenzo y su esposa Rita Mari Álvarez; el presidente de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos y el exedil gijonés de la misma formación, Rafael Felgueroso.