Las modificaciones sobre el IBI que plantea introducir el concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), en las nuevas ordenanzas fiscales generan "dudas" a los expertos, que consideran que el edil trata de "hacer un redistribución" con un impuesto que "tiene otra naturaleza". Los especialistas en fiscalidad consultados por este diario dudan de la legalidad de aplicar la progresividad en este impuesto, como plantea Rosón para viviendas no residenciales, y califican de "discriminatorio" diferenciar el tipo en los comercios porque "en ningún sitio está escrito que por tener mayor superficie se tiene mayor beneficio".
Santiago Álvarez, profesor de Hacienda Pública, considera que para gravar a los negocios hay otros impuestos y que el IBI "es un impuesto que no grava al negocio, sino al local". "No se puede querer meter las características de un impuesto en otro. Pretender cambiar la naturaleza de un impuesto es trastocar la lógica del sistema fiscal", señala Álvarez, que considera que Rosón "se equivoca" con la filosofía del tributo porque, recuerda, el IBI "no es un reflejo directo" de la capacidad económica de cada persona. Álvarez, que admite que se pueden diferenciar el tributo entre casas y comercios, advierte, no obstante, que "no se puede establecer un tipo diferenciado a dos negocios que están en la misma zona" y señala que "sería discriminatorio" porque "una joyería pequeña puede tener más margen de beneficio que una gran superficie".
Javier Suárez Pandiello, catedrático de Hacienda Pública, es más taxativo y asegura que la progresividad en el IBI es "ilegal". "No se puede hacer. Ahora mismo la ley no lo permite porque dice que se puede establecer un tipo dentro de una misma banda, pero no ser progresivo", señala. Y añade: "Además, la progresividad tiene sentido cuando se aplica sobre el global del patrimonio". Pandiello podría ver "lógico" separar el impuesto según su uso "en la medida en que el IAE ha muerto" pero señala, no obstante, que "pretender hacer redistribución con un impuesto como el IBI tiene poco sentido económico y puede resultar discriminatorio".
Manuela Fernández, catedrática de Derecho Financiero, indica que el IBI es un impuesto "de carácter real, no personal" y que el valor del bien se fija "a través de la valoración catastral". "Están confundiendo el impuesto, para gravar la riqueza de las personas está la renta o el patrimonio", señala. "Lo que tendría sentido en el IBI sería modificar los valores catastrales cuando corresponda".
