"Indalecio Prieto era un político de convicciones, pero bueno y compasivo. Su figura ha sido maltratada en Asturias". Así definió Alonso Puerta, presidente de la fundación Indalecio Prieto, al histórico dirigente socialista. Puerta lo hizo ayer durante un coloquio que tuvo lugar en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

"La gente dice que era una persona huraña, y hasta admitía la muerte del rival. Sin embargo, sus oponentes políticos lo reconocen como alguien inteligente y amable, aunque férreo con sus principios", explicó Alonso Puerta.

Precisamente fue esta característica la que le llevó al exilio en tres ocasiones, pero también le granjeo el reconocimiento por parte de algunas regiones de España como el País Vasco. "En Euskadi, Indalecio es señalado como uno de los dos políticos más destacados de su historia", dijo Puerta.

Prieto nació en Oviedo en 1883, sin embargo tras su partida a los siete años apenas regresó a la capital del Principado en dos ocasiones. "La primera vez que volvió a Oviedo fue cuando UGT le encargó dar una charla en Gijón. Entonces vino a su ciudad natal, y reconstruyó su infancia en un paseo solitario y cargado de nostalgia", relató Puerta.

El reconocimiento tan reclamado parece haber llegado por fin. "Hoy en día ya se reconoce a Indalecio Prieto como el mejor político asturiano del siglo XX", sentenció Puerta.