La comisión para la Memoria Histórica, integrada por representantes de los tres socios de gobierno (Somos, PSOE e IU) y de varias asociaciones especializadas (la mayoría vinculadas a la izquierda), acordó la retirada de 20 calles en la ciudad después de un "intenso y enconado" debate, especialmente en algunas de ellas como las de Marcos Peña Royo o Fernández-Ladreda.
Según cuenta Carmen García, historiadora y representante en la comisión de la Universidad de Oviedo, hubo acuerdo unánime en las calles con referencia a militares, como comandante Bruzo o coronel Aranda, pero el debate se dio en los civiles. García fue una de las que más discrepó en las negociaciones porque, explica, tenía un "criterio más restrictivo" al ser partidaria de tomar como punto de partida el 19 de julio de 1936, fecha del inicio de la Guerra en Oviedo. Según explica, el mayor debate se dio en las siguientes calles.
Calvo Sotelo. García señala que la comisión tuvo en cuenta que José Calvo Sotelo fue una "víctima de la izquierda", asesinado días antes del estallido militar por las tropas republicanas. No entraría en la Ley. Sin embargo, explica que se decidió retirar esta calle porque le fue concedida por las tropas franquistas al "ser un protomártir" de la contienda. "Al principio era contraria, pero ahí sí lo vi claro", dice.
Fernández-Ladreda. Carmen García no era partidaria de cambiar esta calle porque, señaló en el debate, el nombramiento tuvo lugar en el año 1926, con Primo de Rivera, y que se hizo en reconocimiento a su labor como alcalde de Oviedo. La comisión justificó la retirada en que luego formó parte de un batallón franquista y que después fue ministro de obras públicas con Franco. García sostiene que en otros casos, como General Zuvillaga o Primo de Rivera, que no están entre las que se retiran, ella usó el mismo argumento: que el nombramiento fue antes del estallido de la Guerra Civil española.
Marcos Peña Royo. "Tuvimos un debate largo", confiesa Carmen García, que señaló que Peña Royo fue gobernador civil con Franco "de la misma manera" que Valentín Masip fue alcalde de la ciudad. García era partidaria de que si se quitaba a uno se quitara también al otro. "Podían ir los dos en el lote", asegura. Sin embargo, la comisión esgrimió que Marcos Peña Royo era, además de gobernador civil, falangista y que había tenido un "duro papel represor" en las huelgas de 1962. Por esas razones, cuenta Carmen García, el grupo de trabajo decidió quitar la calle a Peña Royo y no a Masip que, se explicó en la reunión, no era falangista. Carmen García sostiene que Valentín Masip, que era el padre del exalcalde socialista Antonio Masip, "también participó" en contra de las huelgas de 1962.
Yela Utrilla. La calle Yela Utrilla suscitó una "pronta unanimidad" entre los miembros de la mesa de trabajo de la Memoria Histórica formada por el tripartito. Carmen García explica que Utrilla fue "falangista" antes de la Guerra y candidato por Asturias. "Todos estábamos de acuerdo. Fue un falangista de pro en el año 1935 y un dirigente de alto nivel de la Falange", asegura. Carmen García sostiene que la calle a Yela Utrilla se le puso por ser profesor de latín antes de la Guerra, pero que finalmente fue un combatiente en la contienda y que su retirada no generó más debate.
General Yagüe. Con la calle General Yagüe también hubo más debate de lo normal. La historiadora señala que esta vía es un nombramiento previo al estallido del conflicto bélico. "Fue en el año 1934. Le dan los títulos en función de su participación como represor de la Revolución de 1934 y, si se remonta sólo a este hecho, es anterior a la Guerra y no cabría", sostiene. Sin embargo, la propuesta de retirada de esta vía del callejero ovetense tiene, según explica Carmen García, otros argumentos. "En 1934, cuando le dieron la calle, Yagüe era coronel. Pero tras la Guerra Civil le ascienden a general y la calle se renombra", dice. Por eso, porque la última versión es después de la Guerra, se decide su retirada.
Jardín de los Reyes Caudillos. La comisión de trabajo acordó también retirar el término "Caudillos" del Jardín de los Reyes Caudillos que se sitúa junto a la Catedral. Carmen García mostró su rechazo a esa decisión, que salió por mayoría. "Es un monumento franquista, independientemente del valor artístico. No era partidaria de la modificación porque el monumento es así, se hizo en esa época para homenajear a los Reyes Caudillos", cuenta. En la comisión hubo quien propuso retirar el nombre completo, según otras fuentes consultadas por este diario, pero finalmente se decidió retirarle el término "Caudillo", por la alusión a Franco, e instalar al lado una placa explicativa sobre la situación.
Títulos de "invicta" y "heroica" del escudo de la ciudad. La historiadora señala que éste fue un asunto de debate profundo. La decisión de la comisión fue posponer "a un futuro próximo" la retirada de estos títulos, otorgados por Franco en el año 1938. García sostiene que Franco no los impuso, sino que los dio para que se eligiera si se ponían y no y el momento. Por ello, "la resolución es ambigua pero bastante ecuánime". No se tocarán, dice, los escudos ya existentes en la ciudad, pero se estudiará modificar en los que se encarguen para futuras inscripciones. García sostiene que el escudo, tal y como está ahora, "está asimilado por todos". Y critica el cambio que llevó a cabo el PP en el escudo hace años. "Hizo un logo que nada que tiene que ver con la ciudad y no levantó ninguna ampolla", concluye.
