Alberto Arce y Julián Gómez comparten, además de su origen asturiano, su juventud y su pasión por la poesía, su estado actual de enhorabuena. Ambos acaban de publicar con la editorial maliayesa Camelot sus poemarios, "La suite de las golondrinas" y "Gospel", que presentaron ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. Es el último acto que se celebra en la sala de este periódico hasta que reanude su actividad en septiembre. Defensores de la literatura tradicional pero hijos de su tiempo, los dos autores defienden que internet tiene un lado positivo y otro negativo. Según Arce, "hace cien años no había redes sociales y la poesía se transmitía igual".

Junto a su editor Pablo Solares, que ejerció de maestro de ceremonias, los poetas fueron desgranando varias claves de sus obras. "El título de 'Gospel' surgió tras un curso de música negra que hice en la Universidad. En mis poemas oigo instrumentos: un saxo, un piano, una guitarra; y se van mezclando con rasgos griegos. Todo eso junto es 'Gospel'", afirmó Gómez. Por su parte, Arce explicó que su poemario "es un conjunto de 42 poemas breves, de ahí esa identificación con la suite musical, en el que también hay un homenaje a la literatura clásica, la razón por la que incluyo a la golondrina en el título".

Consideran que el poeta ni nace ni se hace en exclusiva. "Ser poeta es hacerse con todos los estímulos que te puede dar la vida; coger cada enseñanza y poder transmitirla en palabras", señaló Julián Gómez. "El artista nace con unas características que, con el tiempo, se verá si cristalizan", añadió Alberto Arce.