Veinticuatro horas después de haber sido trasladado de Villabona a la cárcel de Monterroso (Lugo), el excomisario de Oviedo asegura sentirse "tranquilo y a gusto" en el módulo especial para funcionarios de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Al menos, así lo asegura su abogado Fernando de Barutell tras haber hecho un viaje relámpago al centro penitenciario lucense al que Instituciones Penitenciarias decidió llevar a Agustín de Luis por motivos de seguridad. La prisión es más pequeña que la asturiana y el exjefe de la Policía Local comparte espacio con agentes de policía, guardias civiles o funcionarios de prisiones. En España hay alrededor de doscientos internos de este tipo, que, en su mayoría han cometido delitos por tráfico de estupefacientes o maltrato. El letrado de De Luis lucha por conseguir el tercer grado para su cliente (en virtud del cual podría ir a la cárcel sólo a pernoctar), pero aclara que el trámite lleva su proceso "y no se materializará de un día para otro". Además, está preparando un nuevo recurso solicitando la suspensión condicional de la condena.