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Los Dominicos cumplen 800 años de cercanía y reflexión crítica

Los frailes ovetenses de la Orden de los Predicadores destacan "el derecho a equivocarse y a aprender equivocándose"

José Antonio Rodríguez, a la izquierda, y Ricardo Aguadé. IRMA COLLÍN

Los Dominicos están de aniversario. Un nutrido grupo de frailes y ex frailes asturianos de la Orden de Predicadores se reunieron ayer en Oviedo en una jornada de convivencia enmarcada dentro de los actos internos de celebración de su año jubilar, que conmemora el octavo centenario del nacimiento de la orden. La efeméride -que oficialmente se cumple el próximo 22 de diciembre- traerá a la ciudad diversas conferencias y conciertos abiertos al público a lo largo del último trimestre del año.

Durante el encuentro, los asistentes compartieron sus experiencias vividas en los años de pertenencia a la orden y debatieron sobre el futuro de la misma. "Como somos menos dominicos, hoy debemos colaborar mucho más con los laicos. Actualmente, sólo dos frailes nos dedicamos al colegio, pero contamos con otras personas que participan de nuestro talante", expresó el prior de la comunidad de dominicos que regenta la parroquia y el colegio de Oviedo, Ricardo Aguadé. Según Aguadé, el aspecto esencial de la orden es que se trata de una organización de bases, horizontal. Por ello, según sostiene, cada vez cobra más sentido la idea de "familia dominicana", integrada también por quienes "aun sin vocación de frailes, sí tienen vocación de dominicos".

A esta reflexión, José Antonio Rodríguez, párroco de la iglesia ovetense de Santo Domingo, añade que "no hace falta ser cura para predicar". Los dominicos son la orden de los predicadores, pero, como explica Rodríguez, "predicar es un concepto más amplio que el del uso de la palabra". Se trata de "anunciar la buena palabra de Jesús", para lo cual entran en juego algunos valores "fundamentales", como "la cercanía, la libertad y entender que ser dominico es un modo de estar, de vivir en comunidad". Y de hacerlo sobre la base de "una educación nada dogmática, que enseña en la responsabilidad más que en la autoridad", destacó Aguadé.

Así, en relación con la enseñanza impartida en el colegio, la libertad llega con "el derecho a equivocarse y a aprender equivocándose", explicó el profesor Aguadé, quien subrayó que la educación que se proporciona en el centro de los Dominicos en Oviedo "se apoya en la diversidad y deja a un lado el pensamiento único tan en boga ahora mismo".

Entre tanto, la cercanía se fomenta a través de convivencias durante las que prima "la búsqueda del consenso, de un acuerdo que pensamos que es posible alcanzar", señaló Rodríguez. Un objetivo que se persigue "a pesar de las dificultades y tensiones" que, en ocasiones, se derivan de ello, máxime en el marco diverso y plural en el que se construye.

Pero es una cercanía que va más allá de esa "búsqueda de la verdad a través del consenso", ya que está, a su vez, estrechamente ligada a la adaptación de la orden a las realidades sociales actuales. "Se trata también de fomentar la sensibilidad social hacia los más desfavorecidos. Por eso, dentro de las actividades programadas para el jubileo, se han incluido programas destinados a los más necesitados", precisa Aguadé en referencia a los desayunos solidarios que, desde hace unos meses, un grupo de voluntarios sirve a las familias del barrio de Santo Domingo que lo solicitan.

La necesidad de adaptarse a los cambios sociales como medio para acercarse a los demás no se identifica tanto con un intento de "modernización" de la orden, como con una cuestión de practicidad social. "Cuando un hábito sirve más para crear distancias que para acercarnos a la gente, no tiene sentido que lo llevemos siempre", reflexiona Aguadé, vestido completamente de calle, al igual que Rodríguez. "Pensar que un dominico siempre lleva puesto el hábito responde a una idea romántica de la orden, es una imagen monástica, más propia de la realidad del siglo XIX", añade este último.

Dentro de este entorno de cercanía, la reflexión y el pensamiento crítico son también aspectos que la educación dominicana pretende reforzar. En opinión de Aguadé, "el sistema educativo cada vez va a peor porque se están eliminando asignaturas que hacían pensar, como la filosofía o la historia". Por eso, "nos encontramos con chavales que están perdidos y lo que intentamos es que se atrevan a pensar", subrayó. Y dentro de ese ejercicio de reflexión crítica, los dominicos tienen entre sus labores, según apunta el prior, la de "revisar nuestra posición y estar abiertos a que, quizá, un día dejemos de ser necesarios" en el ámbito educativo.

La orden de los Dominicos llegó a Asturias en 1518. Actualmente, se conservan tres núcleos de Dominicos en la región. El de Oviedo es el más numeroso, presente en el colegio, la parroquia y la comunidad de frailes. Además, también quedan dominicos en La Felguera, donde gestionan un colegio, y en la zona de Corias (Cangas del Narcea).

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