A juicio del PP, el tripartito se ha pasado de la raya al defender a capa y espada el cambio de los nombres de veinte calles de Oviedo con el objetivo de desterrar la herencia franquista de la ciudad. Gerardo Antuña sostiene que una cosa es aplicar la Ley de Memoria Histórica y otra muy distinta "entrar en la descalificación personal". El concejal popular se refiere a las últimas declaraciones del coordinador de IU en Oviedo, Alejandro Suárez (publicadas ayer en LA NUEVA ESPAÑA), en las que afirmó que "en la comisión creada por Gabino de Lorenzo sólo faltaba 'Martínez el Facha'". Aquella mesa fue la primera que se formó para estudiar la puesta en marcha de la Ley de Memoria Histórica y estaba integrada por once personas (entre las que estaba la cronista oficial de Oviedo Carmen Ruiz-Tilve o el historiador Javier Fernández Conde). "Esos expertos podrían dar lecciones de democracia y defensa de los derechos de la mujer a IU", dice Antuña, quien afirma que así queda claro que "el tripartito retira nombres de las calles por resentimiento y venganza".

El concejal va más allá al analizar el comportamiento del coordinador local de IU, al que acusa de haberse erigido como "repartidor de carnets de mejor y peor ciudadanía" con un lenguaje de izquierdas y derechas que trasluce "lo que de verdad pretende el gobierno de PSOE, Somos e IU, que es seguir anclados en planteamientos totalitarios y trasnochadas divisiones".

Además, el PP urge al tripartito a llevar a cabo políticas prioritarias para la ciudad y "atender las necesidades de los ovetenses" en lugar de sustituir placas viales. Alejandro Suárez ya había rechazado estas críticas alegando que la aplicación de la ley "no impide abandonar las políticas prioritarias" que necesita la ciudad. "España decidió aplicar esta ley desde la paz y el sentido común, y eso no significa que se tenga que retrasar. Esto no influye sobre otras prioridades. Aplicar esta ley no es más que recuperar la memoria de los valores democráticos", argumentó.

El primer grupo de trabajo se formó en 2007 y propuso la retirada de catorce calles franquistas de las que finalmente sólo se quitaron tres. Los miembros de la comisión, además de Ruiz-Tilve y Fernández Conde, eran el filósofo y militante comunista José María Laso, el notario José Antonio Caicoya, el escritor e investigador Ernesto Conde, el filósofo Gustavo Bueno, los periodistas Esteban Greciet y Luis José de Ávila, el historiador José Girón, la catedrática Josefina Martínez y la escritora Susana Pérez-Alonso.

Las calles cuyo nombres se retirarán son Alférez Provisional, Calvo Sotelo, Celestino Mendizábal, Comandante Bruzo, Comandante Caballero, Comandante Janáriz, Comandante Vallespín, Coronel Aranda, 19 de julio, Fernández Capalleja, Fernández Ladreda, General Yagüe, colonia Guillén Lafuerza, Marcos Peña Royo, Mariano Flórez, Rafael Gallego Sainz, Rodríguez Cabezas, Sargento Provisional, Teniente Alfonso Martínez y Yela Utrilla. Además, se cambiará el nombre a dos plazas, las de la Gesta y la Liberación, y dos centros educativos, el colegio de La Gesta y la escuela infantil de la colonia Ceano. También se modificará el nombre del grupo de viviendas José Antonio (Primo de Rivera), ubicado en la carretera hacia Pando. Del Jardín de los Reyes Caudillos se quitará el término "Caudillos" y se pondrá una placa.

Fuera del callejero, se quitarán los monolitos franquistas de la plaza de la Gesta, el monumento a los caídos en Olloniego, una placa dedicada a Franco en Cimadevilla y otra a los funcionarios caídos en el Ayuntamiento. Se retirarán tres medallas de Oro (Franco, José Lacalle Lárraga y Hermandad de Defensores de Oviedo), cuatro títulos de hijo adoptivo de Oviedo (Franco, Juan Yagüe, Gerardo Caballero y Federico García Sanchís) y la distinción de Alcalde Honorario al coronel franquista Antonio Aranda. Se llegó a plantear la retirada de placas franquistas de casas particulares, pero el Alcalde dudó de su legalidad.