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La Policía Local patrulla a pie las fiestas de barrio para garantizar el orden

El Ayuntamiento refuerza los controles sobre las verbenas del municipio para dar respuesta a las quejas vecinales por la música y los horarios

El jefe de servicio de la Policía Local recoge los permisos al presidente de las fiestas de Pando. IRMA COLLÍN

Las numerosas quejas vecinales por el volumen de la música y el incumplimiento de los horarios de fin de fiesta, han llevado este año al Ayuntamiento de Oviedo a intensificar los controles en las verbenas de los barrios. Además de reforzar el número de coches patrulla habituales en la zona, el área de Seguridad Ciudadana también está enviando a las clásicas fiestas veraniegas agentes uniformados que patrullan a pie para garantizar el orden y el cumplimiento de las leyes.

El equipo policial que ha asumido estas nuevas tareas realiza un control especial para cada celebración, en función de la previsión de afluencia, la ubicación y el número de días. De este modo, antes de que comiencen los festejos, dos agentes se reúnen con los responsables de la organización para informarles de los horarios, los aforos de las barras y el volumen de la música. Por ejemplo, en cumplimiento de la ley de espectáculos públicos del Principado, durante los días de semana las fiestas deben terminar a las tres y media de la madrugada, mientras que los viernes y las vísperas de festivo el horario se prolonga media hora más, hasta las cuatro de la mañana.

"El problema más común era que no se respetaban los horarios. Seguía sonando la música, y la barra continuaba despachando bebidas, para desgracia de los vecinos que, aunque comprenden que es una vez al año, se enfadan si no se respeta la ley. Algunos residentes también se quejaban del 'botellón' y problemas de suciedad", explica el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo, Ricardo Fernández. "Decidimos hacer algo para corregir la situación, y en ello estamos. La prueba de fuego ha sido las fiestas de Montecerrao, que es donde más quejas teníamos de otros años. También nos encontramos con que la comisión organizadora de los festejos nos pidió ayuda: querían hacer unas buenas fiestas, pero sin los desórdenes de otras ediciones. Al final, todo funcionó muy bien, estamos satisfechos con el resultado. Incluso la asociación de festejos de Montecerrao nos ha felicitado porque no se repitieron las situaciones de otros años", sostiene Ricardo Fernández.

Por ejemplo, durante los festejos de este barrio -que concluyeron hace unos días- una patrulla de la Policía Local estuvo destacada en las fiestas de forma permanente. Estos agentes recibieron el apoyo de otra dotación especial y de los policías locales que aprobaron recientemente la oposición y están haciendo las prácticas antes de incorporarse de manera definitiva al servicio. Además, las patrullas habituales del servicio estaban alerta para echar una mano si era necesario.

Aunque en lo que va de verano la Policía Local ha levantado varias actas por "pequeños incumplimientos de la ley", el incidente más grave tuvo lugar, precisamente, en las fiestas de Montecerrao. Tal y como informó este periódico, un kamikaze ebrio terminó empotrando su vehículo contra un coche de la Policía Local tras circular medio kilómetro en sentido contrario por la carretera nacional 630, a la que accedió desde la avenida de Las Segadas. Eran las cuatro de la mañana y el joven, de 21 años, cogió el coche tras pasar la noche bebiendo en las fiestas del barrio. Dio positivo en alcohol (0,68 miligramos por litro de aire espirado) y, por fortuna, nadie resultó herido en el accidente ni durante su conducción temeraria.

La Policía Local de Oviedo continuará vigilante todo el verano para que se respete la legislación que afecta a los festejos. Este pasado fin de semana ha tocado patrullar en Santa Gemma de Pando.

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