Los tumultos raciales en las calles de los Estados Unidos siguen reproduciéndose paralelamente al caluroso verano. En Chicago, y durante una marcha en favor de los derechos civiles en la que participaron unos 450 activistas, "las multitudes arrasaron parte de la ciudad, incendiando y volcando los automóviles. Hubo más de cuarenta heridos. Catorce personas fueron arrestadas".