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Oviedo clama por sus calles

"La historia no se puede cambiar, guste o no", dicen los vecinos de la capital asturiana, contrarios al renombrar el callejero

Oviedo clama por sus calles

Los vecinos de Oviedo no parecen estar conformes con la decisión del tripartito de renombrar casi una treintena de calles, plazas, colonias de viviendas y colegios para cumplir con la ley de Memoria Histórica. Al menos esa es la conclusión que se extrae de la encuesta realizada ayer a pie de calle por LA NUEVA ESPAÑA. Un ejemplo. "Desenterrar la guerra 80 años después no viene a cuento", señalaba Franca García. Una postura que se repite entre varios encuestados. Otra de las líneas argumentales compartidas por los defensores de la conservación de los nombres actuales se centra en las confusiones que puede causar renombrar casi treinta vías y plazas. "Los nombres que llevan mucho tiempo se deberían dejar. La gente se liará más", explicaba Marceli Tomás, trabajador de un pequeño establecimiento en la calle Fernández Ladreda. Por contra, también hay algunos defensores de la aplicación de la ley. "Ya era hora. Las leyes están para cumplirse. Es el momento de reconocer a los hombres que fueron buenos en tiempos difíciles", apunta Rogelio García, mientras pasea por la hasta ahora llamada Plaza de la Gesta con su mujer. "Hay que poner nombres de republicanos e intelectuales de izquierdas que fueron maltratados por el sistema", añade. "La calle Comandante Janáriz debería pasar a ser Aida Lafuente, ella fue una figura fundamental en la historia", propone Yolanda Gil. La posibilidad de sustituir nombres asociados a un bando, por los del otro, también sembró la discordia entre los ovetenses. "No deben poner nombres de republicanos, eso sería un gran error", dice Pablo Fernández desde la plaza de la Liberación.

Muchas personas huían de la polémica, y proponían nombres de deportistas, músicos o cantantes. Entre ellos Manolo Escobar, Julio Iglesias, David Villa o Berti Hevia. "El colegio la Gesta debería llamarse colegio Leo Messi, porque es el mejor", afirmaba tajante Javier Díaz.

La ley de Memoria Histórica ha traído cola entre los vecinos, y la situación parece lejos de calmarse, máxime cuando muchos piensan que hay otras prioridades en los que invertir los fondos públicos. "Tienen ganas de gastar el dinero a lo tonto, en vez de solucionar los problemas reales", puntualiza Francisco Rodríguez. Más radical se muestra José Ramón Arriba: "Lo que había que cambiar es a los indeseables del Ayuntamiento".

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