La futura ley autonómica sobre muerte digna satisface a los médicos de la región. Así lo declaró ayer Alejandro Braña, presidente del Colegio de Médicos de Asturias, quien manifestó la conformidad de la corporación profesional con una norma que establece que todo paciente que se halla en el tramo final de su vida tiene derecho a "rechazar un tratamiento o un procedimiento" terapéutico, y que los profesionales sanitarios deberán acatar esta decisión.

"Las pautas de funcionamiento que recoge la nueva ley están vigentes desde hace tiempo y no han generado ningún problema", señaló el doctor Braña. En efecto, el anteproyecto de ley sobre derechos y garantías de la dignidad de las personas al final de la vida viene a desarrollar la Ley 41/2002, norma básica del Estado que regula la autonomía del paciente.

A juicio del presidente de los médicos asturianos, la futura norma -que estará sometida a información pública hasta el próximo 16 de septiembre, a fin de que se presenten alegaciones- "otorga en cierta manera protección legal al médico, que sencillamente da respuesta a la decisión adoptada por el paciente".

Alejandro Braña sostiene que el texto legal "favorece que la persona que está en situación terminal e irreversible sea tratada con la máxima dignidad, y que tanto a ella como a su familia se les provea de medios materiales que propicien intimidad y hagan esos momentos más llevaderos". En esta línea, el anteproyecto de ley establece que "los centros e instituciones sanitarias y de servicios sociales en los que se presta asistencia sanitaria facilitarán a las personas que deban ser atendidas en régimen de hospitalización una habitación de uso individual durante su estancia".

Hasta la fecha, lo único que se había legislado en esta materia en el Principado era la creación del registro de instrucciones previas, que permite al ciudadano manifestar de forma anticipada su voluntad sobre los cuidados y los tratamientos y, una vez llegado el fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de los órganos del mismo. Hasta la fecha, unos 5.500 asturianos han registrado su testamento vital.

El presidente del Colegio de Médicos hace hincapié en que la norma excluye la eutanasia o el suicidio asistido, por tratarse de acciones tipificadas en el Código Penal. "Son conductas absolutamente ajenas a cualquier norma ética y totalmente rechazables desde el punto de vista deontológico", precisó el doctor Braña.