"Tras varias semanas de continuos combates, Yugoslavia disfruta, desde las seis de la madrugada del miércoles, de un precario y esperanzador alto el fuego, roto sólo por escaramuzas menores. Una tensa calma marca el paso del tiempo, en la seguridad de que las próximas horas serán decisivas para que se consolide el silencio de las armas. La atención sigue centrada especialmente en Croacia, la república

secesionista escenario de los más graves combates".