La Malata, último poblado chabolista del entorno de Oviedo, ha sido derribado esta mañana. El Ayuntamiento, que manejó este delicado asunto con discreción, recibió la autorización del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Oviedo para proceder a la intervención, como adelantó este periódico la semana pasada.

A primera hora de la mañana los técnicos municipales han procedido a ejecutar el derribo acompañados de agentes de la Policía Nacional, con orden de la Delegación de Gobierno de derribar cualquier estructura que exista en la zona, "retirando el mobiliario y los efectos personales". El asentamiento llevaba años en pie, distribuido en cuatro parcelas que se encuentran en La Corredoria, en el límite entre Oviedo y Siero. Los últimos datos que manejaba el Consistorio situaban a unas doce familias, con niños y animales, en el poblado, que habitaban en condiciones precarias en casetas, caravanas e incluso tiendas de campaña.

El destino de los residentes en La Malata es poco claro. Decenas de ellos recogían sus pertenencias el pasado viernes y abandonaban la zona por voluntad propia tras haber recibido la notificación de desalojo de manos de la policía. Viviendas sociales, pisos "okupa" u otras fincas son algunas de las opciones que estos chabolistas afirmaron barajar para encontrar un nuevo hogar.