La Filmoteca de Asturias, creada hace 19 años por el Gobierno regional para la investigación, recuperación y custodia de material cinematográfico, se quedará en los próximos días sin su único trabajador, Juan Bonifacio Lorenzo, a quien, según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, el Principado ya ha comunicado su despido. La marcha de Lorenzo, prevista para el próximo día 16, deja en el aire el futuro de una entidad, ubicada en la biblioteca del Fontán, que permanece desde 2011 en un extraño limbo legal: el Principado sostiene que la Filmoteca dejó de existir ese año y que sus funciones fueron asumidas por otros departamentos, pero no explica por qué si dejó de existir el ente se ha mantenido durante cinco años, hasta este mismo mes, a su único trabajador. Este empleado ha sido el encargado durante todo este tiempo, por ejemplo, de velar y programar los ciclos de cine proyectados en el Teatro Filarmónica.
En alguna de las esquinas del tripartito local (Somos, PSOE e IU) temen que el despido de este trabajador sea parte de una "maniobra" del Principado para trasladar, 19 años después de su nacimiento, la Filmoteca a Gijón. Allí, en Gijón, el Gobierno regional inauguró el pasado mes de mayo la llamada "Laboral Cineteca", un proyecto impulsado por la consejería de Cultura con el objetivo de "dar respuesta a la demanda del sector creativo cinematográfico asturiano y potenciar una educación cinematográfica", según resumió entonces el viceconsejero de Cultura, Vicente Domínguez. En diferentes sectores cinematográficos de la ciudad consultados por este diario también sospechan que la "jugada" del Principado será esa: acabar llevando la Filmoteca de Asturias a la cineteca de Gijón, lo que supondría que la capital asturiana perdería el servicio tras 19 años.
Desde la Consejería de Cultura del Principado niegan este extremo y sostienen que las funciones de la Filmoteca son "intransferibles" y que, por lo tanto, no pueden ser llevadas a Gijón. Pero, a la vez, admiten que la Filmoteca "desapareció" en agosto de 2011 y que, desde entonces, sus funciones (las de investigar, recuperar y custodiar el material) han sido asumidas por "distintas consejerías". Actualmente, apuntan, de estas funciones se encarga el servicio de Promoción Cultural, Archivos y Bibliotecas de la Viceconsejería de Cultura y Deporte.
La versión del Principado es, por tanto, que la Filmoteca de Asturias no existe como tal (detallan que se derogó explícitamente en un decreto en agosto de 2011) pero sí sus funciones, que actualmente las asume Cultura. También admiten la rescisión del contrato del trabajador, pero no detallan por qué se le mantuvo cinco años desde la desaparición de la Filmoteca. De hecho, fuentes próximas al sector del cine confirmaron ayer a este diario que, en uno de sus últimos actos, Lorenzo se despidió de los presentes, desvelando su despido.
La Filmoteca de Asturias echó a andar el 1 de julio de 1997 y fue un proyecto impulsado por el Gobierno de Sergio Marqués, entonces en el PP. Siempre tuvo de empleado a Juan Bonifacio Lorenzo y su sede siempre estuvo en Oviedo. Primero se ubicó en la plaza de Porlier, en el piso superior del Palacio Conde de Toreno, que actualmente ocupa el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). Durante sus dos primeros años, contó con un presupuesto que alcanzó los seis millones de euros, una cantidad que, según las previsiones de entonces, tendría que ir incrementándose para constituir la institución.
Sin embargo, el cambio de Gobierno en Asturias en el año 1999 llevó aparejado un cambio de política respecto a la Filmoteca de Asturias. Ese mismo año, 1999, la Consejería de Cultura redujo su presupuesto de seis a cuatro millones de euros y, un año después, en el 2000, el Gobierno regional trasladó la Filmoteca a la biblioteca pública "Pérez de Ayala", situada junto a la plaza del Fontán, donde actualmente sigue.
En el año 2004, el Principado intentó relanzar la Filmoteca aumentando su presupuesto para la restauración de distintas películas encontradas en el Archivo de Oviedo o varios documentales, pero en el sector siempre echaron en falta "más personal" y una "sede estable".
Ahora, con el despido de su único trabajador, el futuro de la Filmoteca de Asturias, que el Principado sostiene que no existe, está más en el aire que nunca.
