La guerra política por los chiringuitos de San Mateo no cesa. El PP volvió ayer a la carga para alertar sobre los cuatro nuevos puestos que se crearán en las próximas fiestas, dos en el Campillín y dos en la Corrada del Obispo. En el tripartito (Somos, PSOE e IU) todavía no tienen claro cómo se adjudicarán. No hay bases ni requisitos a poco más de un mes del inicio de las fiestas (16 de septiembre). Y en el PP sospechan que, al final, acaben asignados a "entidades satélite" como aseguran que pasa con algunos ya establecidos como el Rincón Cubano (IU) y La Guinda (PSOE). "Quieren montar nuevos chiringuitos para copar el negocio de San Mateo. Quieren convertir San Mateo en la gran caja recaudadora de la izquierda", denunció ayer Belén Fernández Acevedo, edil popular y expresidenta de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF).

Fernández Acevedo exigió que los chiringuitos se abran a "todas las entidades sociales" y cambien su modelo de gestión, opción a la que se opone el tripartito local. Por eso, la edil considera "vergonzoso" que "quien puso copas y vendió bocadillos en estos chiringuitos (por el concejal de Cultura -IU-, Roberto Sánchez Ramos) tome ahora la decisión de continuar con este sistema favorable para sus partidos". Fernández Acevedo asegura que el PSOE e IU han ingresado en los últimos 30 años "más de 3,3 millones de euros" -"calculando por lo bajo"- por sus dos casetas afines: La Guinda y el Rincón Cubano, respectivamente. Y exige a los dos partidos que "den la cara" y expliquen el destino de ese dinero. "Los ovetenses tienen derecho a saber cuánto ingresan y cómo lo gastan", insistió la concejala conservadora, que denunció que para estas formaciones los chiringuitos se han convertido en una "herencia personal" porque hacen de ellos "un negocio para sus intereses" aprovechando un modelo festivo "que gusta" pero que, sostuvo, "funcionaría del mismo modo con otros adjudicatarios". "Están abusando de su posición y, por intereses económicos de sus organizaciones, están dando la espalda a decenas de asociaciones con clarísimo interés social que podrían revertir en la ciudad", dijo.

La edil pasó de puntillas por las quejas de los chiringuitos, que aseguraron el domingo en este diario sentirse "calumniados" por políticos y hosteleros y se limitó a resaltar que algunos de ellos, como el Topu Fartón o el Pinón Folixa, tienen un origen político y que entiende que estos dos (no citó a La Estacionaria, el otro que compartía las quejas en estas mismas páginas) "defiendan su negocio".

Además, Fernández Acevedo quiso salir al paso de las críticas de quienes afean al PP que pida un cambio del modelo de los chiringuitos ahora que está en la oposición y no lo haya promovido antes, incluso en los años que su partido tuvo mayoría absoluta. La edil explicó que en tiempos que ella fue presidenta de la SOF, en el que el PP no tenía mayoría (aunque sí en la SOF), no encontró el "consenso" para hacerlo por la "resistencia" del PSOE e IU. La edil dijo que en esos años "había otras cosas en juego", como los presupuestos pactados por su partido con IU. "Nunca hubiera sido posible sacar adelante el presupuesto (con IU) si hubiéramos atacado el negocio festivo de la izquierda", argumentó. Y añadió que "pudimos sacar el recinto de La Ería o Gastromateo porque el señor Sánchez Ramos (actual concejal de Cultura de IU) los apoyó no metiéndolos en la negociación presupuestaria".