El todavía responsable de la Filmoteca de Asturias, Juan Bonifacio Lorenzo, a quien el Principado comunicó hace días su despido, llamó ayer a "movilizarse" para evitar el traslado de la entidad a Gijón tras 19 años en la ciudad, como temen en distintos sectores del gobierno local y del mundo del cine y adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA. Lorenzo sostiene que su despido y el cierre de la Filmoteca "viene desde muy atrás" y que "está todo vinculado a la cineteca" inaugurada en la Laboral de Gijón en mayo por el Principado. "Hace tiempo me dieron la orden de trasladarla a Gijón. Me negué. No puede irse. Las filmotecas de toda España están en las capitales. En el centro. Si va a la Laboral estaría en el extrarradio", aseguró este trabajador, de 66 años y con residencia en Gijón, que lleva al frente del centro desde su inauguración el 1 de julio de 1997, con el gobierno de Sergio Marqués (PP).

Con un polo gris con el logo de la Filmoteca de Asturias, un reloj dorado y un discurso enérgico, a veces disperso y siempre contundente, Lorenzo cargó contra el Principado, que alegó que la Filmoteca desapareció en 2011 y sus servicios fueron asumidos por otros departamentos. "Si no existiera la Filmoteca, ¿por qué entonces estuve cobrando estos cinco años?", se preguntó (incógnita que sigue sin desvelar el Principado) y anunció que irá a los tribunales por un despido realizado, dijo, "con premeditación y alevosía". "Soy molesto porque soy una persona independiente", dijo, y se definió como "el padre de la Filmoteca" o "la única persona cualificada en Asturias para restaurar películas".

Lorenzo explicó que tiene un contrato "especial de alta dirección" y que durante estos años cobró con normalidad a pesar de que, según el Principado, el ente del dejó de existir en 2011. Su logo, sin embargo, sigue en los folletos de los ciclos de cine organizados en Oviedo. "El haber hecho cosas con cero euros les sentó fatal. No me pueden exigir nada porque no me dieron nada", afirmó Lorenzo, que explicó que en sus primeros años la Filmoteca llegó a tener un presupuesto de 6 millones de pesetas (36.000 euros), pero que acabaron cortándolo en 2011 "por la crisis". El responsable del ente admitió que recibió su despido el 1 de agosto, algo más de dos semanas después de que su nombre apareciera en las escuchas del juicio del "caso Marea", pero desvinculó este hecho de la decisión: "No tuvo nada que ver", sostuvo.

El despido de Lorenzo, y los temores a que la entidad sea trasladada a Gijón, puso ayer en alerta a la parte más a la izquierda del tripartito local (Somos, PSOE e IU). Cristina Pontón, portavoz de la coalición, habló de "agresión a Oviedo" y de "medida a traición sin informar al gobierno local" ya que "acarrea un despido". Pontón señaló que "no hay razón" para mover la Filmoteca y dijo que IU "tomará acciones propias en defensa del servicio". "Con este presidente (Javier Fernández) vuelve a llover sobre mojado. Más que socios políticos (por IU y PSOE a nivel regional) parecemos nazarenos con la cruz a cuestas", clamó Pontón.

Rubén Rosón, edil de Somos y secretario general de Podemos en Oviedo, cargó contra "la política cultural de la Federación Socialista Asturiana" y advirtió de que exigirán al Principado que "dote a Oviedo de una Filmoteca seria y en condiciones como la que tienen comunidades como Cantabria". Además, Rosón reclamó que "se tome en serio el fomento de la cinematografía".

Desde el PSOE local, la concejala Ana Rivas señaló que, como sostiene el Principado, "la Filmoteca no tiene por qué irse a ningún sitio". "No creo que esté planteado porque la cineteca en Gijón no tiene los mismos objetivos". "Estoy convencida de que ése no es el objetivo, pero si alguien se la quisiera llevar lucharíamos porque no fuera así".